Despedimos 2014, un año histórico para el Sevilla FC en el que ha logrado su tercera Copa de la UEFA
Ha pasado poco más de un año de aquel partido entre el
Espanyol y el Sevilla, disputado en el Estadio de Cornellà-El Prat, en el que
Unai Emery se jugaba su futuro como entrenador del Sevilla FC. Puede decirse
que ese partido cambió el destino de un equipo sin rumbo que deambulaba por la
zona media-baja de la clasificación liguera, además, este partido rompió la
racha de no ganar fuera de casa. De tal manera cambió el rumbo del equipo
hispalense que se mantuvo invicto durante las siete jornadas siguientes.
El mes de enero
no fue muy productivo en competición liguera. El día de Reyes el Sevilla
consiguió vencer al Getafe con juego exquisito, sin embargo, posteriormente,
empató contra el Elche y Atlético de Madrid y perdió contra el Levante.
Febrero comenzó
mal, el Sevilla llevaba sin ganar desde el partido contra el Getafe y volvió a
pinchar frente al Málaga. En la jornada 23 fue goleado por el Barcelona y, en
la vigesimocuarta jornada, consiguió un punto ante el Valencia. Después de más
de un mes sin conocer la victoria en liga, Coke rompió la racha con un gol que
daba la victoria al Sevilla en Vallecas.
En la UEFA Europa League, El Maribor era el rival en los
dieciseisavos de final; el conjunto de Nervión, con alguna que otra
complicación, consiguió el pase a la siguiente ronda, los octavos de final.
En marzo, el
Grande de Andalucía venció a la Real Sociedad, esta victoria supuso el inicio
de una buena racha en la que el Sevilla ganó al Almería, Valladolid, Osasuna e
incluso al Real Madrid con una remontada comandada por Carlos Bacca. El mes
terminó con una derrota en Balaídos.
En
competición europea se realizó el sorteo para dicha ronda y el azar deparó el
primer derbi sevillano de la historia en una competición europea. En esta
eliminatoria, el Sevilla tuvo que igualar la eliminatoria en el Benito
Villamarín para conseguir la clasificación a cuartos de final desde los once
metros.
El Sevilla despertaba ilusiones y en abril goleó al Espanyol en el Ramón Sánchez-Pizjuán, volvió a ganar
al Betis en un derbi disputado el Domingo de Ramos y finalizó un gran mes goleando
al Granada en Nervión.
En cuartos de final de la UEFA nos tocó el Oporto y le dimos
un baño de fútbol, de casta, de coraje, de afición, de garra, de pundonor a los
dragones en nuestro feudo. El 4-1 nos permitía acceder a las semifinales
remontando el 1-0 adverso que obtuvimos en Portugal.
Llegó mayo, llegó
el gran mes. Tan bien estaba el Sevilla que podría haber luchado por una plaza
de acceso a la UEFA Champions League, sin embargo, la derrota en San Mamés nos
privó de ello. Con la clasificación para la UEFA Europa League 2014-15
prácticamente conseguida, el Sevilla se centró en ganar un nuevo título y, por
ello, dejó la liga en un segundo plano. En las tres últimas jornadas empató con
el Villarreal, perdió con el Getafe y ganó al Elche para poner el final a una
liga en la que acabó como quinto clasificado.
En la Europa League El Sevilla ya estaba en semifinales;
en las dos ocasiones anteriores en las que había llegado a esta ronda, había
ganado la competición. Un equipo español debía caer en el camino, Sevilla o
Valencia. El equipo andaluz llevaba un resultado favorable de la ida. En la
vuelta, disputada en Mestalla, el Valencia arrollaba y marcó tres goles, sin
embargo, parecía que el destino se empeñaba en que el Sevilla disfrutara de una
nueva final y, en el minuto 93, cuando todo el valencianismo cantaba el ya
mítico ‘’Sí, sí, sí, nos vamos a Turín’’, Coke sacó de banda, Fazio prolongó de
cabeza para M’Bia y apareció la cabeza del camerunés, el salvador, el que nos
llevó a la final, hacia la gloria. Fueron minutos de éxtasis sevillista, no
cabía más felicidad en nuestros corazones, el Sevilla se clasificaba para una
nueva final europea cuando muchos lo daban por vencido.
El 14 de mayo doce mil sevillistas invadieron Turín y, entre
los cánticos que con el corazón entonaban llevaron en volandas a los jugadores,
a nuestros gladiadores hacia el campo de batalla, el Juventus Stadium. La
ilusión se palpaba en el ambiente, el abuelo también estaba presente en el tifo
de Biris Norte, como en las grandes ocasiones. Tras la larga espera, llegó la
hora. El reloj marcaba las 20:45 y Felix Brych hizo sonar el silbato. Pasaban
los minutos y con el corazón en un puño vivíamos el partido. El Benfica creaba
peligro, incluso pudo marcar algún que otro gol, pero la suerte era nuestra
aliada y si la defensa no interceptaba el cuero, Beto atrapaba y si no, salía
por línea de fondo.
El marcador no se movía y hubo que disputar una prórroga. El
sevillismo apoyaba desde la grada, cuando le fallaba la voz, cantaba con el
corazón. Treinta minutos más de intensa lucha en la que el resultado fue el
mismo que en los noventa minutos anteriores.
Hubo que recurrir a los
lanzamientos de penaltis. El Benfica lanzaba primero, Rodrigo Lima era el encargado y
marcó. Carlos Bacca puso el empate. Le tocaba de nuevo al equipo portugués,
esta vez falló. M’Bia, el hombre que nos había llevado a Turín, se atrevió a
lanzar y puso al Sevilla por delante. Rodrigo erró el tercer lanzamiento del
Benfica, seguía el 2-1 favorable al conjunto hispalense. Era el turno para
Coke, el madrileño marcó y consiguió el 3-1. Si Luisão fallaba, el Sevilla
sería campeón, pero mandó el esférico al fondo de la red. Se acercaba el
momento, era la
oportunidad del Sevilla, si Gameiro conseguía el gol, la copa
se vendría a la capital de Andalucía. El delantero galo chutó y le dio al
Sevilla FC su tercera Copa de la UEFA.
Turín fue el escenario de la fiesta
sevillista que continuó en la ciudad hispalense, por el río Guadalquivir,
Puerta de Jerez, Catedral, Ayuntamiento y finalmente, el Estadio Ramón
Sánchez-Pizjuán, la casa de todos los sevillistas.
Con un título más en las vitrinas, se dio paso al verano, un verano en el que Monchi debía
afrontar marchas importantes como la de Ivan Rakitic y la de Alberto Moreno
además de la Fazio que salió por la puerta de atrás al irse al Tottenham por la
cláusula de rescisión. Además, el 12 de agosto se disputaba la Supercopa de
Europa frente al Real Madrid.
Rakitic, Alberto Moreno, M'Bia (que en los últimos días de
mercado regresó), Stevanovic, Trochowski, Marin, Julián, Babá, Fazio, Perotti,
Cheryshev, Guarente, Javi Hervás, Jairo Samperio, Varas, Botía, Rabello y
Rusescu causaron bajas.
Los nuevos fichajes fueron: Aleix Vidal, Krychowiak, Denis
Suárez, Barbosa, Arribas, Deulofeu, Tremoulinas, Banega, Aspas, M'Bia y
Kolodziejczak.
Tras los partidos de pretemporada, llegaba la hora de la
verdad, el partido en el que teníamos la oportunidad de ganar otro título más,
la Supercopa de Europa que se disputaba este año en Cardiff. Lamentablemente,
no nos dejó muy buenos recuerdos sobre el césped.
Dos semanas después de perder la final de la Supercopa de Europa
comenzó la liga. El equipo nervionense empezó dicha competición empatando ante
el Valencia y en la siguiente jornada consiguió vencer al Espanyol.
Ya en septiembre,
el Getafe visitaba el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y el conjunto de Unai Emery
consiguió los tres puntos. Tras vencer al Getafe, hizo lo mismo contra el Córdoba
y la Real Sociedad. A finales de mes, el Sevilla cayó goleado en el Vicente
Calderón.
En la UEFA Europa League el tricampeón comenzó con buen pie
ganando al Feyenoord por 2-0 en un partido en el que podría haber marcado
algunos goles más.
Octubre fue un
gran mes en liga; en él, el Sevilla llegó a ser segundo de liga con los mismos
puntos que el primer clasificado y ganó al Dépor, Elche y Villarreal.
En competición europea se podría haber hecho mejor ya que se
obtuvieron dos empates ante equipos inferiores como son el Rijeka y el Standard
de Lieja.
A finales de este mes el conjunto hispalense disputó el
primer partido en Copa del Rey, competición que había dejado un mal sabor de
boca la pasada temporada, el encuentro se saldó con victoria
sevillista por 1-6
frente al Sabadell.
En noviembre el
Sevilla visitaba al Athletic con la posibilidad de ser líder en solitario
ganando el partido, pero el club vasco rompió la positiva racha sevillista.
Después, el Sevilla empató ante el Levante, perdió en el Camp Nou y se repuso
con una manita al Granada.
En Europa League, una de cal y otra de arena. El Sevilla
ganó al Standard de Lieja y perdió contra el Feyenoord en Holanda.
Finalmente, en diciembre,
el Grande de Andalucía ganó al Rayo Vallecano y empató contra el Eibar
terminando el año como cuarto o quinto clasificado de primera división.
En la UEFA Europa League el Sevilla se clasificó para
dieciseisavos de final tras ganar al Rijeka y se tendrá que enfrentar al
Borussia Mönchengladbach.
En la Copa del Rey certificó el pase a octavos de final
endosándole un 5-1 al Sabadell. El rival en la siguiente ronda es el Granada de
Caparrós.
En resumen,
despedimos 2014, un año en el que el sevillismo ha disfrutado de la consecución
de su tercera Copa de la UEFA, en la zona alta de la clasificación de liga y con
las clasificaciones para los dieciseisavos de la UEFA Europa League y los
octavos de final de la Copa del Rey conseguidas.
Análisis
Análisis 2014
Copa del Rey
Crítica
Juan Antonio Aguilar
Liga BBVA
Opinión
Sevilla FC
UEFA Europa League
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