En lo que va de Liga el Sevilla FC ha disputado cuatro partidos como local. En la mitad de ellos se jugó en un horario que obligó al árbitro a realizar pausas durante el trascurso del partido para que los jugadores pudieran hidratarse. Pausas de las que no se beneficiaron los aficionados.
Tras el partido contra el Málaga el pasado 30 de Septiembre, el Sevilla FC hizo pública una queja formal ante LaLiga por los horarios inexplicables que el equipo sufría jugando de local, especialmente cuando inmediatamente después se jugaba en Valencia un Levante-Alavés con el que se podría haber permutado sin que la temperatura fuese un problema en la ciudad del Mediterráneo.
Pues bien, la LFP acaba de hacer públicos los horarios de la jornada 10, en la que el Sevilla volverá a jugar en el Ramón Sánchez-Pizjuan tras la doble visita a San Mamés y Mestalla. En dicha jornada el club blanquirrojo volverá a jugar en Nervión a las 16:15.
Desde Madrid esgrimen el argumento de que para entonces las temperaturas ya habrán descendido. Lo mismo que dijeron para los duelos ante Eibar y Málaga, que se saldaron con varios golpes de calor y la continua intervención de los servicios sanitarios. Es más que probable que al final las temperaturas acaben bajando, pero de momento no lo hacen. Y si al final seguimos con este calor, que estando el mundo como está no sería del todo descabellado, ¿qué pasa? ¿No es mejor prevenir y poner un horario en el que sea seguro que no ocurrirá nada similar de nuevo?
Y aunque ya fuese seguro hasta si va a llover ese día, ¿no se podía tener un poco de tacto y no poner un horario que tanto molesta justo el primer partido posterior a la queja? Es que da la impresión de que lo hacen queriendo para reírse del Sevilla. Aunque lo mismo es así.
No sería la primera vez que da la sensación de que en la LFP no tienen especial simpatía por el Sevilla. A los horarios hay que sumarle, por ejemplo, cómo la LFP se negó a aceptar el pago de la cláusula de Neymar mientras que no puso impedimento en recibir la de Vitolo, a pesar de que el Sevilla informó de que el jugador canario había renovado y esa cláusula ya no era válida.
Pero el mayor agravio de la LFP hacia el Sevilla es de sobra conocido; el trato a su afición. Desde que aficionados del Atlético de Madrid asesinaran a Jimmy, LaLiga puso en marcha un plan para controlar la violencia en los estadios. Eso sí, en cada estadio se controla de manera diferente.
Mientras que en un estadio llamado Wanda la afición radical del Atlético de Madrid, el Frente Atlético, conocido por ser el único grupo ultra de España que lleva a sus espaldas no sólo un asesinato, sino dos, dispone de un púlpito para su líder con un micrófono conectado a la megafonía instalada en la grada sin que ocurra nada proporcionado por el propio Atlético de Madrid, en Sevilla se sanciona con hasta 30.000€ la presencia de la pancarta de los Biris Norte. Pero ya no sólo en partidos de LaLiga, también en los de Champions League, donde Javier Tebas no tiene jurisdicción alguna. Y es que encima eso no es lo más gracioso. Es que además en los últimos partidos esa pancarta que denuncian no ha entrado en el estadio, ya que ha sido sustituida por otra cuyo lema es SEVILLA 1975.
Pero ya se sabe, cuando un sentido se agudiza es normal que otro empeore. Y con lo fino que tiene el oído el apuntador del Ramón Sánchez-Pizjuán es normal que la vista no la conserve. Pero la afición del Sevilla ya está muy cansada de los desprecios que sufren desde la capital de España. Están hartos de los que dirigen el fútbol nacional. Dejen de reírse del Sevilla.
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