Jose Antonio Caro se viste de héroe para lograr el ascenso en unos agónicos penaltis.

El partido comenzaba con el desparpajo del filial sevillista, quienes empezaban apretando y avisando al conjunto catalán. La primera ocasión no tardaría en llegar con un fuerte disparo de Ivi que consiguió atajar Crespo.

Tras esta ocasión el conjunto visitante, que veía como el Sevilla Atlético lejos de encerrarse le pasaba por encima, intentaba sobrepasar sin éxito alguno la linea defensiva marcada por los de Diego Martínez. Con esto y alguna ocasión suelta se llegó al descanso, en el cual el filial era equipo de segunda división.

Sin embargo, comenzaba la segunda mitad y se iba a acabar la alegría puesto que en el primer minutos el Lérida tras un robo de balón puso el 0-1 en el marcador con un tanto en el que José Antonio Caro pudo hacer más.

Con la eliminatoria ya empatada el Sevilla Atlético parecía algo mareado, pero lejos de venirse abajo minutos más tarde conseguirían volver a hacerse con el dominio del encuentro, disponiendo de varias ocasiones incluso para establecer el gol en el electrónico.

El partido murió en estas y se llegó a una prórroga en la que el marcador decidió no moverse tras una monumental parada de José Antonio Caro que se desquitaba así del fallo anterior y lo convertía en héroe momentáneo, o no...

Se llegaba pues al final de una prórroga en la que el filial también dispuso de una ocasión clarísima en la salida de un córner en la que todo el Viejo Nervión había cantado el gol. Pero todo esto era para nada pues se llegaba a los penaltis y con el himno del centenario cantado a capella, los nuestros se mentalizaban para el hecho histórico que les acontecía.

Comenzaban los penaltis y ambos equipos marcaban los primeros, sin embargo tras el segundo gol del Lérida, un resbalón de Carlos Fernández ponía al Sevilla Atlético por detrás imaginándose ya lo peor. Sin embargo poco les iba a durar la alegría pues un paradón del meta sevillista y la suerte en el penalti de Bernardo, quien pegó en el palo y tras rebotar en la espalda del portero veía como se colaba el balón, volvieron a poner el empate. Ahi comenzaba una tanda nueva, una tanda en la que ambos equipos marcaron sendos goles y ya en la muerte súbita el futbolísta del Lérida Rubio, mandaba el balón al larguero. Entonces pocos se esperaban al siguiente lanzador: ¡Churripi! Con toda la confianza después de los dos paradones que se había hecho en quince minutos el portero sevillista se disponía a tirar el penalti con todo lo que ello conllevaba. Tan solo su mirada mostraba la confianza que tenía en sí mismo para saber que lo iba a meter. Y lo metió, y tanto que lo metió, ahora sí, era el verdadero héroe. El Sevilla Atlético era equipo de segunda división y comenzaba la fiesta en el Viejo Nervión. Habían hecho historia.

"Sangre de nuestra sangre" rezaba la pancarta que guardaban los futbolistas franjirrojos, aquella que le habían regalado los Biris en las semis y aquella que les había dado fuerza para lograrlo. El Sevilla Atlético jugará en la división de plata y será el único filial que lo haga en esa temporada. Por que es ahora cuando comienza el sueño, un sueño que tenéis que disfrutar. ¡Enhorabuena campeones!