El Sevilla no pudo cosechar más de un punto ante el colista de la Liga BBVA en un partido para olvidar, en el que estuvo a merced del conjunto granadino en la mayor parte del primer tiempo, quien perdonó en varias ocasiones el segundo gol, desaprovechando así la derrota del Valencia y diciendo prácticamente adiós a la Champions League.
Con Denis Suarez y la suplencia de Éver Banega en el once inicial como principal novedad, el partido comenzó con un dominio sevillista, aunque sin crear apenas ocasiones de peligro, siendo los continuos balones en largo buscando los desmarques en diagonal de Vitolo y Bacca los únicos intentos de acercarse a la portería defendida por Roberto.
Un Vitolo que, en una aparente nefasta forma física, no tubo su día, y es que el extremo canario no logró asociarse con sus compañeros en ataque ni ayudar en defensa, siendo la banda defendida por Fernando Navarro una autopista para Nyom e Ibáñez, quienes lo desbordaban una y otra vez con facilidad.
Poco a poco el Granada se fue gustando, equilibrando la posesión de balón y metiendo el miedo a los sevillistas con varios balones en largo a un Success que fue un continuo quebradero de cabeza para la zaga hispalense. Tal fue la reacción del Granada que, en un corner provocado por Success, el central Mainz puso el 1-0 en el marcador en el minuto 16 tras un fallo en el marcaje del polaco Krychowiak.
A partir del gol el conjunto de Abel Resino buscó el 2-0, casi de forma kamikaze, disponiendo de dos ocasiones claras de gol, en el 20' en las botas de Rober Ibáñez, quien se plantó solo en el área y cruzó demasiado el balón, y 4 minutos después, tras un centro pasado al segundo palo, Diogo Figueiras casi pone el 2-0 tras un desafortunado despeje que, por fortuna, acabó dando en el palo.
El Sevilla, con el paso de los minutos, recuperaba el control del partido, sin generar apenas peligro, siendo el balón parado su única baza para igualar el marcador en contra. Aunque ni así, ya que en un centro de Reyes cabeceado por Bacca, el autor del gol granadino, Diego Mainz, sacaría el balón bajo los palos, siendo esta la ocasión más clara del Sevilla.
Tras 45 minutos tirados a la basura, el equipo comandado por Unai Emery buscó remontar el 1-0 ante un Granada que defendía con prácticamente todo el equipo en pocos metros con Success como referencia buscando su velocidad a la contra. Se repetía una vez más, como si de un Deja-vú se tratase, el partido ante el Zenit.
Emery lo vio claro y, tras 13 minutos de descontrol y perdidas absurdas de balón, dio entrada a Éver Banega y Aleix Vidal por Vitolo y Fernando Navarro, buscando así aprovechar la velocidad y el desborde de Aleix y la visión de juego del centrocampista argentino para darle la vuelta al marcador.
Y pareció acertar, ya que un par de minutos después de la entrada de Éver al terreno de juego, estuvo a punto de poner el 1-1 en el marcador tras un derechazo desde la frontal del área que acabó rozando el palo. El ritmo del partido cambió radicalmente. Un ritmo que el equipo local intentaría bajar a base de faltas en el centro del campo, aunque sin mucha fortuna, ya que el Sevilla buscaba el gol que les diese, al menos, un punto.
Y lo consiguió, ya que tras una de las internadas en banda derecha de Aleix Vidal y posterior centro del mismo, Mainz, quien puso el 1-0 en la primera parte, haría lo propio marcando en propia puerta tras un mal despeje que se colaría en la portería defendida por Roberto, poniendo, esta vez sí, el 1-1 en el electrónico en el minuto 69.
A partir del empate los sevillistas, arropados por 3000 gargantas que se desplazaron al estadio 'Los Cármenes', vieron posible la remontada y pusieron el acelerador, cosa que aprovecharía el Granada para intentar volver a ponerse por delante, aunque el desacierto de Success de cara a puerta se convertiría en otro 'handicap' a batir.
En el minuto 80, Unai sustituyó a un exhausto y desaparecido en combate Bacca, dando entrada al francés Kevin Gameiro en su lugar. Aunque el dominio del Sevilla era claro, hubo que esperar hasta los minutos finales para disponer de ocasiones de gol por parte del equipo visitante.
El protagonismo en los últimos minutos fue para Roberto, ya que en el 89' sacó un disparó desde la frontal del área de Denis Suárez, quien no daba crédito de lo que acababa de presenciar. Un protagonismo que compartió con el delantero sevillista Gameiro, ya que tras un jugadón de Aleix Vidal en el área Granadina, falló a portería vacía el pase del almeriense, mandando la pelota a saque de puerta, con todo a favor.
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