Los papafritas, conocidos por su torpeza, han vuelto a meter la pata, esta vez en un charco.
Este viernes, ciertos papafritas (personas indignas de llamarse ''periodistas'' por publicaciones adversas a la realidad) y aficionados béticos asomaron la
cabeza fuera de la cueva, de esa cueva en la que llevan bastante tiempo
escondidos. El motivo fue la ‘’inundación’’ del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán
debido a la intensa lluvia que había caído sobre la capital de Andalucía.
En los medios desinformativos apareció publicada una imagen en
la que se puede observar unos charcos de agua en el césped de la Bombonera de
Nervión. Del Benito Villamarín no publicaron fotos del césped encharcado.
Pocas horas después, Ramón Loarte, director de marketing del
Sevilla FC, subió a twitter una imagen del césped del Ramón Sánchez-Pizjuán en
buenas condiciones.
No ha sucedido lo mismo en el Benito Villamarín. Hoy ha
jugado el Betis contra la UD Las Palmas y el césped del estadio heliopolitano
tenía este aspecto:
Han presumido del ''drenaje'' del césped del Benito Villamarín y ahora nos encontramos con eso...
Resumiendo: Los papafritas, conocidos por su torpeza, han vuelto a meter
la pata, esta vez en un charco. Ahora les toca volver a la cueva y mirar al Estadio Ramón
Sánchez-Pizjuán desde los cimientos.
¿Cuál será el próximo chiste papafritil?
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