Duro
varapalo para el equipo hispalense. Los de Emery doblegaron a los locales en la
primera mitad y perdonaron demasiado. Un autogol y una contra en los últimos
instantes, dejan al Sevilla tercero de grupo.
De Bruyne define en el 91 | Vía Mail Online |
Nada
nuevo en la alineación de los de Nervión excepto la presencia del ucraniano Konoplyanka. El City por su parte
tampoco podía variar mucho su once debido a las bajas y la única novedad fue la suplencia de Kompany. Pese a las
bajas de los dos equipos, se avecinaba un partido de los que no dejan al
espectador tomar un respiro.
Contra
todo pronóstico sería el Sevilla el que
tomase la batuta del juego en la primera mitad. Presión al hombre cuando se
sobrepasaba la línea del medio y salida de balón con un espléndido Krychowiak que buscaba a Banega o Iborra para romper líneas.
Recordaba el juego al del final de temporada del curso pasado. Los citizens en cambio intentaban buscar las
bandas, pero tanto De Bryune como
Sterling estuvieron bien taponados por unos correctos laterales que pedían la
cobertura a un infatigable Krychowiak. Tan solo Navas conseguía encarar y dar algún susto con tiros lejanos.
A pesar
de que Banega no estaba fino del todo, su juego de pies conseguía sobrepasar la
línea de medio defensiva y encontrar a Konoplyanka, que fue de largo el mejor del partido. El resultado de
lo comentado: un Sevilla muy vertical
que generaba mucho peligro por banda y jugadas aéreas (en apenas 25 minutos había
botado hasta 6 saques de esquina).
Perdonaba y mucho el equipo rojiblanco. Pero la
buena actuación merecía recompensa. Sería en el minuto 30 tras una internada en
el área cuando el balón llegase a Konoplyanka- que por méritos propios (ya
había mandado un balón al travesaño en una falta)- anotaba el primero adelantaba a los suyos. Emery parecía haber
cumplido la primera de las fases del partido con creces: afianzarse en el campo
con buen juego e incluso ponerse por delante. Quizá era el momento de replegarse y esperar la charla técnica
del descanso.
Lejos de eso, el Sevilla siguió bien posicionado en el
campo y no se achantó, seguía apostando por la posesión y el juego vertical. No
obstante, la sorpresa se la llevaría ahora el conjunto rojiblanco. Jugada
turbia en la que Sergio Rico de
primeras salva el gol pero Bony remata
para que, con la ayuda de Rami, el esférico acabe en el fondo de las redes (36´). Justo cuando el equipo visitante estaba en su “pompa”.
Pitido
para dar paso a la segunda mitad y planteamiento distinto. El de Hondarribia replegó un poco más a su equipo y
prefirió ceder la posesión a los de Pellegrini. El equipo había hecho un
esfuerzo físico tremendo en la primera mitad y Banega y Konoplyanka, las
principales bazas ofensivas, parecían algo cansados. El partido perdió algo de
chispa y ahora serian los de celeste los
que dominasen el partido, eso sí, siempre mostrando mucho respeto y sin
arriesgar excesivamente. Las volvió a tener el Sevilla con Iborra y Gameiro, que no tuvo su mejor día.
Emery,
consciente de la situación, intentó
buscar frescura con N´Zonzi (Konoplyanka 78´) y Krohn Dehli (Banega, 66´) para
dar algo más de solidez a mediocampo, ya que ni Banega ni los extremos solían
llegar a las coberturas. Pellegrini intentaría introducir otro puñal en banda
con Kolarov (Zabaleta, 60´) y más
control en el medio con Fernando (Bony, 76´).
El
culmen del partido fue sin duda su tramo final. Los ingleses, conscientes también de
que tenían que visitar el Sánchez-Pizjuán y que el empate sería insuficiente, decidieron arriesgar. Para ello
Touré Yaya adelantó su posición, originando así que Fernandinho y Fernando hicieses
lo mismo. El partido acabó convirtiéndose en un toma y daca del que el City se aprovechó y no poco.
En el
91 Touré Yaya, precisamente, inicia una contra con una de sus peculiares arrancadas
y asiste a De Bruyne que, con una
magnifica definición, bate al guardameta
sevillano. Poco podía hacer Sevilla más que lamentarse e intentar
consolarse con la buena imagen ofrecida
.
En
definitiva, si con el empate el Sevilla se marchaba con un sabor agridulce por
haber perdonado tanto, con una derrota en el descuento, se fue con un sabor amargo, bastante amargo. El
equipo no deja de ser bipolar (hoy con una magnifica imagen) y deberá seguir
trabajando de la forma que lo ha hecho hoy para empezar a conseguir los
resultados que tanto ansía (sus posibilidades pasan por vencer a su rival de hoy en la vuelta). Los citizens
por su parte carecen de ser un conjunto compacto, se requiere que sean más
equipo, pero se sirvieron de un aspecto que les hace destacar sobre los demás,
su gran efectividad arriba.
Ganas de ver la vuelta en Nervión.
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