Un sueño de noventa minutos

Poco se puede decir de lo sucedido en la noche del nueve de agosto, donde el Sevilla volvió a dar un espectáculo de casta y coraje delante de millones de televisores. No es nada nuevo ver a los sevillistas animar al equipo pese a haber sufrido una de las peores derrotas de su historia (a mi parecer). Pero la triste realidad es que el equipo vuelve una vez más con las manos vacías tras disputar otra Súpercopa. Eso sí, yo firmaba perder este torneo cada año sin pestañear. 


Intentando mostrar el lado positivo de este tema, quiero decir que por mi parte, me lo pasé genial disfrutando de mi equipo durante los cuarenta y cuatro minutos de la segunda mitad. Más de una vez me levanté de mi silla al ver un regate de Franco Vázquez, una finta de Vitolo o un cambio de orientación de Pareja. Disfruté de un precioso partido de fútbol que desgraciadamente no tuvo el final deseado. ¿Qué nos faltó? Más intensidad, con una pizca de picardía. Para ganar al Real Madrid tienes que dar el 101% y meterle tres goles o más. Esto Sampaoli lo sabía y en ningún momento pudo afirmarse que era el cuadro hispalense el "equipo menor". Subrayo sobre todo la importancia de los tres goles, por que si no más vale tener a Ramos atado a una silla a partir del minuto noventa. Qué se le va a hacer, llevará una pata de conejo dentro de la media en cada final, por que si no no me lo explico. Hay que tomarlo con humor, y aquí por el sur nadie tiene más arte que nosotros en ese aspecto.  

No extrañé los pasodoble  de Emery en el área técnica. Pues fueron sustituidos con sobresaliente gracias a los gritos del argentino en el área técnica, a quien seguramente se le escuchaba más que algún que otro sector madridista. Sí, estamos a principios de temporada, es muy pronto para hablar. Pero independientemente del triste resultado y de varias piezas que engrasar aún, estoy seguro de que esta temporada disfrutaremos de la pura esencia del espectáculo futbolístico grabadas en las botas de nuestros futbolistas. 

Toda una pena que se nos escape otra Súpercopa más, bien sabemos los sevillistas que valor y significado tiene. Pero hay que mirar al presente, y este es el próximo entrenamiento que tenga el Sevilla y el próximo lleno en el Pizjuán. Lo mejor esta por llegar. 


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