Análisis táctico: Celta 0-3 Sevilla FC
El dibujo del Sevilla sobre el campo es como un cuadro de Pollock, a primera vista caótico y desordenado, si te paras un rato a observarlo empiezas a verle cierto sentido, y si te pica el gusanillo, profundizas y lo miras desde distintos ángulos, por norma general y sin saber muy bien por qué, termina hasta gustándote.
Salió el abstracto Sampaoli con sus piezas ordenadas pero movibles, de nuevo Mercado en la izquierda, Nasri y Vázquez filtrando a su libre albedrío, Nzonzi dominando y esta vez con un dinámico Ben Yedder de referente arriba. Desde el principio se vio que el partido no iba a parecerse al de Granada, el Sevilla quería mandar rápido y lo hizo combinando, buscando huecos pero sin dinamita, la norma esta temporada. Pero el Celta también quería jugar sus cartas y como equipo animoso que es, de la escuela "bielsista" (eso dice Berizzo), comenzó a buscar a Sergio Rico y el partido se convirtió en una pelea a golpes pero sin golpes, una capoeira. Muy bonito todo (en realidad no tanto) mucho canchero, mucho de aquí para allá pero el gol no aparecía por ninguna parte, principalmente porque Aspas y Orellana no estuvieron acertados y porque al Sevilla le falta un matador. También porque los porteros pusieron de su parte, pero al menos la primera mitad estuvo entretenida.
Pero lo bueno de ser un expresionista abstracto como Pollock es que si tus primeros bocetos no te convencen o no se ajustan a las circunstancias puedes pintar encima sin ningún tipo de problema, y seguramente la cosa hasta mejore.
- Quillo que sale Iborra por Pareja.
- ¿Iborra?, ¿y esa modita ahora de sacar a este de revulsivo?.
Tampoco es tan difícil de entender, Iborra no es un sobresaliente en nada, casi que ni un notable tampoco, pero es un bien en casi cualquier parte del campo. Sabe empujar, sabe retener, sabe peinar, sabe llegar, sabe cómo ponerse de gol y hasta se las apaña para materializar un porcentaje bastante alto de lo que se le presenta. No lo digo yo, ahí están sus números. Además, por si se les había olvidado con todo este rollo del expresionismo abstracto, el Sevilla es el equipo que más goles de córner hace de la liga, otro motivo más. Y así llegó el primero, cuestión de saber aumentar tus probabilidades de éxito con un retoque desde la caseta.
Se volvió por tanto a la defensa de tres con Mariano y Sarabia en los carriles y por la razón que fuera el partido se puso de cara. Pero el rival también juega y el Sevilla, cuando le aprietan arriba como hizo el Celta tras el gol sufre, principalmente porque es entonces cuando a Nzonzi le cuesta más encontrar a Nasri, que se descuelga menos a ayudar de lo que lo hacía Banega y que debería prodigarse más en facetas de construcción en cuanto el físico le de para ello. Sufrió agobios el Sevilla pero encontró alguna contra con la que amenazar a su rival y no se aculó tan atrás como los veinte últimos minutos de la primera parte de Lyon. En una de estas llegó el segundo y un tercero de penalti que sirvió para ponerle el broche a los 45 minutos de oro del capitán sevillista.
Hay quien no entiende a Pollock, dicen que sus cuadros son garabatos que podría hacer un niño pequeño. Yo no creo que alguien sea capaz de pagar 140 millones de dólares por unas pinceladas sin ningún orden ni concierto. Detrás de todo artista abstracto, surrealista, expresionista o de rasgos no convencionales hay un orden pre establecido y original, sólo hay que saber trabajar de ese modo, cosa que por cierto, en el mundo del fútbol, no hace apenas nadie, a lo mejor les da miedo o simplemente es que no se les ocurre.
En definitiva se trata de poner a los buenos y que se encuentren, habrá días en que lo hagan y otros en los que no, pero por norma general el talento se mueve bien en el desorden. Y parece que Sampaoli lo sabe.
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