Análisis táctico | CD Leganés 2-3 Sevilla FC: Mucho trabajo por delante
Buen fin de semana para la institución sevillista, que ha conseguido que sus 22 equipos que han disputado partido alguno se han llevado la victoria. Pero, sin duda, queda mucho trabajo por delante para el primer equipo, que sigue dando palos de ciego pero llevándose los puntos a casa.
Ante un equipo de contra-ataque como es el Leganés de Garitano, el Sevilla no mostró la versión de posesión que intenta plasmar en el campo en cada partido. La intensidad en la presión de los madrileños y la falta de precisión, déficit gravísimo en este comienzo, hicieron que los hispalenses no pudieran sacar el balón limpio en casi ninguna ocasión teniendo que optar por el desplazamiento en largo buscando a Franco Vázquez. El argentino, en una demarcación en la que lo intenta encajar Sampaoli un poco más retrasado de su posición natural, fue uno de los más destacados: se mostraba para sacar la pelota jugada, caía a bandas... Muy dinámico el italo-argentino que, además, anotó el primer gol del partido.
La posición de Iborra, de central tras las bajas en el equipo, restó contundencia en la sala de máquinas nervionense que se vio claramente superada por la presión del Leganés y la poca capacidad de robo de los andaluces, que echaron en falta a un jugador como Kranevitter, ideal para la recuperación de balones cerca del área y que tiene una gran salida de balón. Lo más destacado de la defensa sevillista fueron las salidas de Escudero, a un nivel enorme: calidad, zancada, capacidad asociativa... Está de dulce el madrileño, que recordamos a la afición sevillista que llegó como sustituto de Tremoulinas y que a estas alturas de la temporada pasada, había disputado poquísimos minutos. Un aspecto negativo de la defensa hispalense fue la facilidad de los jugadores de ataque de ganarles la espalda sin ser capaces de pararlos (gol de Szymanowski).
Arriba el Sevilla fue un equipo sin mucho peligro. Un Nasri un tanto desaparecido por las circunstancias del partido, Ben Yedder y Vietto tenían que venir a recibir para darle oxígeno al equipo. El argentino dio muestras de lo que de verdad sabe hacer, moverse por el área rival. El movimiento de abrirse a banda para centrar al "Mudo" Vázquez es sublime, después el centro es medido a la testa. Y si le sumamos el pase a Nasri para que hiciera el segundo, nos quedamos sin apelativos para el trabajo "que no se ve".
Un Sevilla que debe asimilar desde ya los famosos "automatismos" en la salida de balón, su gran déficit, fue lo que pudimos ver en la tan ansiada victoria lejos del Pizjuán que disfrutamos en Butarque frente al Leganés.
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