El otro fútbol

Corría el minuto 92 de partido, el descuento era de 4 minutos, por lo tanto faltaban tan solo 2 minutos para que el árbitro se llevara el silbato a la boca y señalara el final del encuentro. El Sevilla ganaba por 1-2 y acariciaba la Supercopa de Europa después de remontar un gol de Asensio en el minuto 20 gracias a los goles de Franco Vazquez y Konoplyanka.


La acarició, pero no la logró levantar ya que solo le faltó rematar la faena y no lo hizo, cedió terreno al rival, Lucas Vázquez centró desde la derecha y Sergio Ramos cabeceó el balón hacia el fondo de la portería. El Madrid empataba después de ir perdiendo desde el minuto 71 y lo peor, cuando el Sevilla casi se veía campeón.

¿Qué le faltó al Sevilla? La respuesta está clara, el otro fútbol, ese fútbol que anula al rival cuando está en sus mejores momentos y lo frustra, ese fútbol que corta el ritmo del partido, ese fútbol que sirve para rematar la faena y evitar que te quiten de las manos esa copa tan deseadea, en resumen ese fútbol del que parece que Sampaoli no tiene constancia.

Y es que con un resultado favorable de 2-1 en el descuento, a dos minutos del final, a dos minutos de alcanzar de nuevo la gloria y con un Real Madrid en frente el entrenador debe decir que aquí no se juega más y cortar el juego lo máximo posible, aguantar tan solo dos minutos ya sea protegiendo el balón en el córner, retrasando la puesta en juego con los saques de portería o con esos calambres musculares tan típicos en este tipo de momentos, lo que sea, pero no dejar que jueguen porque al final pasa lo que pasa, un equipo atacando con todo y otro al que el tiempo se le hace eterno, ni más ni menos que lo que pasó ayer.

El Sevilla perdió la final por falta de picardía y no saber jugar con el tiempo en los últimos minutos de partido. Esperemos que se aplique el dicho de que de los errores se aprende y no se vuelva a tirar otro título de esta manera, sin embargo esta oportunidad de oro con un Madrid plagado de importantes bajas ya la hemos perdido.

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