Análisis táctico Sevilla FC 4-0 RC Celta de Vigo: Emery mandó en la pizarra
El Sevilla FC se impuso con solvencia ante el RC Celta de
Vigo en un partido en el que las pizarras jugaron un papel bastante importante.
Emery y Berizzo se saludan en el partido de Liga | Vía Marca |
En el primer asalto, en las primeras jornadas de liga,
Berizzo fue el que ganó la partida al de Hondarribia; el argentino impuso su
juego de posesión y salida elaborada aprovechando bazas determinantes como la
de Nolito. No obstante, el técnico nervionense no dejó opción alguna ayer y
aplastó sin compasión todo planteamiento previo de los visitantes.
Salió Berizzo apostando por su propio estilo con el Tucu
Hernández, Radoja y Wass. La idea era simple, salida de balón sin prisas y
aprovechar individualidades como Orellana o el propio Aspas, muy activo durante
todo el partido. Durante el primer tramo de partido incluso lo consiguió el
Celta, se defendía con la posesión y tan solo el balón parado podía hacerle
daño. Además, el técnico natural de la Córdoba argentina, mandó a Aspas y Orellana
cubrir sin muchos metros de margen a Coke y Tremoulinas, ya que era conocedor
de que el Sevilla opta en muchas ocasiones por una salida de balón por medio de
sus laterales, que se posicionan prácticamente como extremos.
Hasta aquí todo perfecto, el Celta ponía sus cartas sobre la
mesa y los de Nervión se percataron que no iba a ser nada fácil superarles. Sin
embargo, no debemos olvidar que enfrente encontrábamos un técnico bastante
curtido, también, en las pizarras y el ámbito táctico. ¿Qué hizo Emery para
contrarrestar todo esto? Apostó por sus centrales con mejor salida de balón,
Ramí y Kolo para sorpresa de todos. El francés hizo uso de su sprint para
superar líneas e incluso consiguió sacar alguna amarilla y jugada a balón parado
peligrosa. Por si fuese poco, la posición de Krohn Dehli volvió a ser
determinante. Apoyo a mediocampo y salida de balón desde la propia banda
(segundo gol del partido).
NZonzi, Krohn Dehli…. Algunos sevillistas empezaban a
quejarse del once, pero una vez más Emery demostró que cada una de sus
decisiones tiene una explicación. El mediocampo se vio repartido en una serie
de funciones, de manera que la orquesta, sin un juego brillante, consiguió una actuación,
sí, brillante. En primer lugar, Éver hacía de segundo delantero para ejercer presión
a los centrales e imposibilitar lo máximo una salida de balón limpia (el Celta
no tuvo otra que recurrir “al pelotazo”). Si esto no era suficiente (el Celta
con un buen trabajo a veces conseguía superar su campo con una buena salida),
entraban en juego los dos mediocentros puros. Cristóforo ahogaba al rival con
continuas coberturas y un gran despliegue físico, y NZonzi hizo uso de su gran
capacidad de intuir el pase rival para ser el jugador destructor que esperábamos.
Pero se vendía a NZonzi como un “box to box”, un “todoterreno”, y ayer
precisamente lo pudimos ver en su máxima expresión. Cuando el Sevilla
recuperaba el balón, al que había que buscar era al ex del Stoke, que se
encargaba de distribuir sin complicaciones siempre a la opción más sencilla
para desahogar la presión rival.
Fácil, mediocampo con funciones y que se cumplan correctamente.
Pero un 4-0 no se consigue haciéndolo simplemente bien. Emery, además de Krohn
Dehli, le atribuyó, o mejor dicho le viene atribuyendo, a Vitolo, una labor de creación increíble.
El canario, a un nivel espectacular, abandona la banda para recibir en zonas
interiores y hacer uso de su gran zancada. Si a esta orquesta con un gran
director y subdirector argentino se le suma un gran público y un hombre que
destaque como lo hizo ayer Gameiro tienes el resultado de una semifinal casi
resuelta.
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