Análisis táctico: Jugó, gustó y goleó

El Sevilla jugó uno de los mejores partidos en lo que lleva de temporada ante un máximo rival que no puso mucho de su parte para evitarlo.






Es cierto que jugar un derbi es quizás uno de los momentos que más nervioso puede poner a un jugador y a un aficionado de alguno de los dos contrincantes. Es cierto que esos nervios pueden jugarte malas pasadas, hacer que errores puntuales se conviertan en goles en tu contra, aunque no pueden ser la causa de un 4-0. Sí puede serlo el buen juego desplegado por el equipo ganador, como es el caso del Sevilla, que, quizás teniendo en mente que la eliminatoria llevaba sentenciada desde el minuto 4 de partido, decidió disfrutar, jugó, gustó y goleó.

Las claves:

   -Un medio del campo sólido y con calidad: El balón rodaba entre pies de actores vestidos de blanco con una sutileza, rapidez y precisión capaces de sacar el balón desde la defensa en una difícil situación, con algunas bonitas acciones individuales, hasta el campo rival con igualdad de jugadores entre ambos bandos. El toque en el centro del campo era una constante en los locales, lo cuál ayudó a enlazar jugadas que dejaron solos contra el portero a Reyes, Gameiro... El utrerano fue uno de los máximos contribuyentes en convertir al balón en protagonista rojiblanco.

  -Férrea defensa: Quizás por primera vez se pudo ver a un Kolo seguro, que supo coger las riendas de la salida del balón cuando "estaba encerrado" por rivales. Fue un digno acompañante de un Rami que no cesa en brindar buenas actuaciones al público del Sánchez-Pizjuán.

Escudero, por su parte, sigue apretando por conseguir la titularidad y ayer siguió demostrando que él no es uno más, es el digno candidato a hacerse amo de ese carril izquierdo. Mariano, en su línea. Una muy buena defensa en general que casi no permitió tirar a puerta al Betis.

  -Revulsivos: Los cambios de Emery, quizás una de sus flaquezas partido tras partido como bien se sabe en el feudo nervionense y más allá de él, no fueron nada desacertados. La entrada de Khron, quien asistió el tercer gol, el ingreso al campo de Gameiro,  receptor del pase del  danés y protagonista de dicho gol, y la sustitución de Kakuta, quien marcó el cuarto y último tanto; fueron las decisiones de un Unai que salió victorioso de la eliminatoria.

  -Factor grada: Fue ese empuje que el equipo necesitaba para rematar la eliminatoria desde el primer minuto, y no falló. El despliegue de Biris Norte y del resto del campo anuló a unos 600 béticos desplazados hasta el Ramón Sánchez-Pizjuán, quienes acabaron presenciando una unión afición-plantilla que no se ha roto y que lleva mucho tiempo siendo palpable, no obstante, como cualquier relación, con sus altibajos.

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