Carencias y virtudes
El pasado martes el Sevilla FC consiguió clasificarse para el campeonato de UEL tras un breve paso por una añorada UCL. Conscientes de la dificultad del grupo con tres grandes equipos donde dos de ellos eran notablemente superiores y el tercero, Borussia Monchedgladbach, de un nivel equivalente al del club nervionense, la afición y el mismo club dieron por buena la clasificación.
En un
partido vertiginoso, el final dejó muy buen sabor de boca a toda la afición,
pero la verdad es que, a la vista de todos, el equipo fue un fiel reflejo, por enésima
vez, de las visibles carencias que presenta la plantilla y de lo que queda por
trabajar.
¿Y por
qué no? Hablemos de nombres. El proyecto, aquello de “Comienza una nueva era”,
apuntaba precisamente a eso, a una planificación donde el equipo además de
contar con sus fuertes, contase con una completa competitividad en cada una de
sus líneas. No obstante, la verdad es que mas allá del resultado, de la estelar
actuación de Rico, y de que contamos con un señor polaco que se sacrifica lo
que no está escrito en los libros, el equipo tiene que mejorar en algunas
posiciones, y no poco.
Lateral derecho. Incomprensible, irremediable,
inexplicable, que todavía la entidad no haya encontrado un lateral con un
cuarto del nivel que nos ofreció en su día el intachable Daniel Alves. Sacrificio,
sí, dedicación, sí, pero lo cierto es que ningún equipo del mundo elegiría a
este hombre para jugar como titular en un equipo que tiene aspiraciones para
pasar la primera fase de UCL.
No seré
yo el primero que diga que ojalá hasta los utilleros del equipo sintiesen las derrotas
como Jorge Andújar, pero como dicen algunos “no quieran rascar donde no hay”. El
desvanecimiento en la jugada del 0-2 con Sterling en la derrota frente al City
y la pésima actuación del último partido, sumadas a otras muchas como la de la
dolorosa eliminación frente al Espanyol, son ejemplos de que efectivamente no
haremos a Coke internacional por mucho que el míster confíe en él.
Esperemos
que al menos este hombre esté aportando mucho en el vestuario y que Emery sea capaz de
entender que no puede/debe disputar los partidos de primerísimo nivel.
Central. Un poco
extraño lo de Kolo. Nadie diría tras la final de UEL, donde en la jugada del
primer gol en contra pudo hacer más, que a este chaval no le sobraba futuro y
talento. No obstante, sin saber mucho de fútbol, ver cómo un central se aparta
de Yaya Toure a dos metros de la portería, o como el otro día se olvida de
Morata y del balón saliendo a correr no se sabe bien todavía el que, podemos deducir
que tampoco hay mucho que rascar por aquí. Al menos en este caso podemos seguir
esperando un margen de mejora…
Mediocampo. No y rotundamente no. Que seguimos
consultando a videntes, astrólogos, filósofos y miles de intelectuales para reconocer qué ve
Emery en este señor. La única virtud que yo le veo hasta el momento, corríjanme
ustedes mismos, es que sabe dar pases no complicados entre 5 y 15 metros. Ya puede
haber sido el mejor medio de la Premier que ahora mismo está muy por debajo de
Vicente Iborra. De jugadores con cualidades y sin explotar o sin rendir un
pimiento sabemos aquí un rato. Pregunten por un tal Acosta, Rabello o por el
más reciente Marko Marin.
Pero tampoco
íbamos a comentar todo lo malo. Evidente es que tenemos cosas buenas, virtudes.
En su defecto, en la vida, en el fútbol, las virtudes sirven para tapar algunos errores, pero en nuestro caso no creo que sea así. Las virtudes del Sevilla FC llegan hasta
tal punto que eclipsan a los defectos y consiguen taparlos en absoluto la mayoría de las
veces. Es la única explicación a que se consiga vencer al campeón y subcampeón de
Europa de la temporada pasada. Espero que todos estén pensando en los mismos
nombres.
Desde el
gran Medel, al que le acababan perdiendo las formas aunque todos eramos conocedores
del gran futbolista que veíamos semana tras semana en el Pizjuán, no veíamos
tal despliegue físico. Averigüen cuál es la dieta que sigue este señor porque
debe ser lo que los nutricionistas de todo el mundo estén intentando descubrir.
El otro
caso, es en cierta parte una debilidad personal, pero creo que esa debilidad se
está acabando de extender a todos, sino a muchos. Un hombre que puede tener la complexión
física de su vecino, que no es rápido, que no tiene arrancada o que ni siquiera
destaca por ser la voz cantante que levanta los ánimos o motiva a sus compañeros
cuando el equipo está decaído. Fíjense que de tal forma parece ser que estemos
describiendo a un mal jugador, pero cuando uno ve al señor Éver Maximiliano David Banega dar siquiera dos toques al balón sabe
que está viendo a un jugador distinto, a un verdadero crack. Sinceramente no
somos conscientes de lo que esconde este
hombre, capaz de bailar a los centrocampistas de Real Madrid, Barcelona y
Juventus.
Veremos qué nos depara el invierno.
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