Con solvencia, de penalti, con gol fantasma, da igual, solo importa ganar. Tampoco importa que juegue el ucraniano, el polaco, el vasco, el italiano o la plantilla del filial. Todo, absolutamente todo, es secundario al margen de la victoria. Hoy solo nos vale salir a por los tres puntos.

El Sevillismo se divide en dos como en muchas otras ocasiones y esto solo nos acaba desfavoreciendo. Por una parte los optimistas, los que hablan de que se necesita adaptación y de que el míster lo acabará solucionando, como de costumbre. Por el otro, los más autocríticos, los que hablan de declive y objetivos ya inalcanzables y de que Unai no está a la altura de lo que le exige esta plantilla.

Hace dos temporadas también arrancábamos como colistas, mientras éramos a su vez el motivo de risas de vecinos y no tan vecinos. Que ese año el entrenador supo darle la vuelta a la tortilla y devolver al equipo a la élite europea, es innegable. Pero también lo es que el Sevillismo se ha llevado una gran desilusión con este pésimo arranque. La Supercopa nos mostró la cara y cruz del equipo, pero haber podido estar a poco de coronarnos de nuevo como supercampeones, nos devolvió ese “joder, estamos orgullosos de esto”. No con esto quiero decir que,  como sevillista, me fuese ese día a la cama enfadado con Pedrito el de los palotes, que ya podría haberse ido una semana antes a la Premier, y con el mundo, que se me caía encima. Lo de la esperanza y felicidad incierta, a otros.

Por eso y mucho más, hoy solo vale salir a morder y conseguir los tres puntos con sangre y sudor. Darle ese gusto al Sevillismo para que el sábado Nervión ruja como lo hizo ante el Celta y demostrar quiénes hemos sido y somos.

Siempre he sido de los autocríticos, de los que llevarían a Emery a la horca por poner a Coke de mediocentro. Vuelta de cuartos de Copa del Rey y el equipo moría en una competición donde la final se podía palpar con las yemas, todo por esa estúpida decisión. Pero la cruda realidad es que siempre el maldito vasco nos ha callado la boca. Maldito irónicamente por no decir bendito, la verdad. Es más, en lo que va de temporada, Coke parece ser uno de los jugadores importantes del equipo. Surrealista. Por eso hoy solo queda apoyar al equipo. Ustedes mátense en Las Palmas que nosotros lo haremos el sábado en Nervión.