¿Recuerdas Éver cuando nos dijiste a todos en la última celebración que te tocaba irte y que había sido muy difícil dar el paso? Te estoy viendo ahora mismo con el micrófono en la mano, algo apagado, despidiéndote. Dejaste el timón de una nave de Champions por una escuadra italiana en decadencia, inestable, sin patrón de juego ni máxima participación europea donde competir. Eso sí, con el dinero por castigo. Aquello cantaba Éver, no es que me alegre de que te vaya regular, pero se veía venir. Sabes igual que yo que aquí estarías más cómodo, rodeado de futbolistas dinámicos, sin necesidad de matarte a correr ni de estrujarte los sesos para encontrar espacios. Decirte, que después de todo se te echa de menos lo justito, hemos encontrado a otros que saben hacer las cosas igual de bien, puede que de otra manera pero efectivas al fin y al cabo, y tú en cambio que quieres que te diga, desprendes un tufillo a liga turca que debería preocuparte.

Querido polaco por aquí ya ni te imaginan corriendo detrás de Messi echando espumarajos por la boca, no cabrías en este Sevilla técnico y la verdad es, con tu permiso, que yo me alegro bastante. Siempre pensé que hacían falta jugadores de tu corte en todos los equipos pero Sampaoli me ha demostrado que eso es un mantra estúpido, igual que otros muchos que nos hacen creer. Apenas juegas con tu querido Unai en un Psg que no le pega nada a tu sangre caliente, y que no son mucho de mancharse la camiseta, que era lo que te gustaba hacer. Lo diste todo aquí y fuiste grande polaco, muy grande, pero creo que la mayoría de nosotros echa más de menos a Celia que a tí.
A tí Carlos Bacca sí se te extraña más, principalmente porque se intuyen ciertas carencias en la delantera pero parece que de momento lo vamos solventando. Lo tuyo tampoco me sorprende, sigues marcando goles y siendo importante, ganas muchísimo más dinero pero estás en un equipo ramplón a día de hoy, que apenas pelea por entrar en Uefa y que es una sombra de lo que fue. Te paseas por aquí cada dos por tres, dejándote ver, haciendo guiños y diciendo que te gustaría jugar la Champions. A lo mejor no te enteraste de que el año que te fuiste nos tocaba jugarla, a lo mejor te despistaste y no te diste cuenta, a lo mejor fue eso.
Al pequeño francés hay poco que reprocharle, dicen que no te fuiste por dinero, que nosotros te ofrecíamos más, puede ser. Yo creo que te marchaste por ambición deportiva, por cartel. Un equipo grande que lucha por todo lo que compite y que te llama para ser titular es difícil de rechazar, lo entiendo perfectamente. Pero resulta que el Atleti no arranca este año, parece ser que tú tampoco y por si no lo sabías cuando decidiste marcharte me gustaría decirte algo: cuando la prensa capitalina y sus estúpidos gurús empieza a señalar con el dedo mala cosa, mira por donde anda el otrora crack Jackson Martínez. Seguramente acabes en tus cifras o puede que Torres te coma terreno, no lo sé, pero me da a mí que o comienzas a funcionar rápido o no van a tardar en buscarte sustituto, sino lo están haciendo ya.
¿Que tal todo por casa Aleix? supongo que muy bien, con los tuyos cerca y jugando con los mejores del mundo, bueno mejor dicho entrenando, porque lo de jugar ya casi se te debe haber olvidado. Un año y medio sin sudarla tiene que ser duro. Sobre todo cuando el mejor equipo del mundo se fija en tí y piensas que vas a ser el nuevo Alves y toda la parafernalia. Te vas con los ojos cerrados, normal, aunque te tengas que perder seis meses por la sanción del club, total, es el Barcelona, ya habrá tiempo de recuperar el terreno perdido. Sin embrago la realidad fue un poco diferente, juegas lo mismo que jugó Douglas, lo estás ganando como nunca pero la cosa se te ha torcido cuando parecía que ya tocabas las puertas del cielo. A veces el destino es cruel como él sólo.
Hola Unai, al parecer la cosa está un poco torcida por ahí arriba, las princesitas del vestuario se te amotinan, la prensa te tiene atravesado desde que perdiste un par de partidos, tu equipo no juega un pimiento y te ha tocado el Barca en la Champions. Ya sé que era la oportunidad de tu vida, ya sé que te triplicaban el sueldo, ya sé que pueden traerte casi al jugador del mundo que te de la real gana pero sólo quería decirte una cosita, a tí y a todos los que están sufriendo en las afueras.
La gloria estaba en Nervión, el disfrute, la ambición y la posibilidad de formar parte de un proyecto tan sólido y creativo como el nuestro no la ibais a encontrar en otra parte y eso todos lo sabíais perfectamente. Si ambicionabais dinero perfecto, pero si además queríais nuevos retos os equivocasteis estrepitosamente, no hay equipo en Europa que busque y afronte los torneos como lo hace el Sevilla de la última década, no lo hay.
Y ahora arrancad vuestros Ferraris que aquí llevamos construyendo uno desde hace varios años, y es más divertido que comprárselo, os lo aseguro.
0 comentarios