"Carta del Abuelo desde el tercer anillo"

Querido nieto sevillista!



Este año 2016 ha sido un gran año para nosotros, mientras ustedes disfrutabais en el Sánchez-Pizjuán nosotros estábamos animando desde nuestro tercer anillo. Habrás escuchado muchas veces hablar de este anillo, y te puedo decir que aquí se respira un sevillismo puro, y que cuando hay partido en la Bombonera nos ponemos todos nuestras bufandas rojiblancas y entonamos con vosotros nuestro querido himno del centenario. No eches cuenta de la supuesta capacidad que tiene Nervión, porque nuestro estadio es mucho más grande de los que parece.

No sé por dónde puedo empezar, si por España o por Europa, si empezar por mayo o o si empezar por septiembre... Tantos recuerdos y tantas noches mágicas... esos partidos de Champions con ese mosaico rojo ante el City, ese derbi copero, esas semifinales ante el Celta de Vigo en la que por un momento me pareció ver el mítico partido ante el Schalke 04 cuando todo el estadio entonaba nuestro himno con su bufanda roja y azul, esa tanda de penaltis ante el Athletic, esas semifinales de Europa League con nuestras banderitas rojiblancas etc.

Pero lo que más recuerdo son nuestros viajes a final de temporada. Que nos gusta a los sevillistas esos enredos de mirar vuelos europeos y de estar pendiente de la distribución de entradas para las finales. Ya no nos funciona el clásico "Pa una vez que vamos a llegar..." jeje! Por tercer año consecutivo, teníamos que pelearnos con media familia para volver a hacer la  maleta y añadir a nuestro pasaporte un destino más, un destino europeo, un destino sevillista, un destino glorioso. Esta vez tocó visitar Basilea, una nueva ciudad, un nuevo destino pero un mismo objetivo: traer nuestra copa a casa. Cuantas cosas se escucharon esa semana... que si esta vez el rival era un grande europeo, que se tenían más historia que nosotros, que si éramos menos aficionados en el campo... ains mis queridos amigos, éramos menos en número, pero una vez más conseguimos que nuestras voces sevillistas y nuestro himno silenciaran a un estadio que parecía ser británico. Entre cánticos sevillistas y bufandas rojiblancas se iba cumpliendo una vez más ese sueño, ese sueño que ya hemos vivido cinco veces... no puedo evitar que se me salten las lágrimas a ver a mi Sevilla del alma levantando nuestra querida Europa League... no consigo acostumbrarme a ver dicha imagen cada mes de mayo, cada año es especial y todas tienen su historia y su encanto.

Pero la cosa no acaba aquí, tres días después tenemos que volver a hacer la maleta para poner rumbo a Madrid. Este vez ea la copa del rey, pero el rival seguía siendo teóricamente superior a nosotros jeje. Lo que no sabía nadie, es que Madrid sería invadida ese 22 de Mayo por una marea rojiblanca y por un ejército de jugadores. Esos jugadores que saltaron al Vicente Calderón como si de un Coliseo romano se tratase. En la grada predominaban dos colores, el rojo y el blanco acompañados por una sintonía sevillista que rezaba con letras rojas eso de "Reyes del Sur". Una vez más demostramos nuestra garra, nuestra fe, nuestra ilusión, nuestra fuerza, una vez más le demostramos al mundo entero nuestra casta y nuestro coraje, una vez más volvimos a demostrar nuestra esencia del "Dicen Que Nunca Se Rinde". Cuando pitó el colegiado no derrame ni una lágrima, no podía derramarla, porque los verdaderos ganadores de ese partido fuimos nosotros. Superamos a un todopoderoso Barcelona de principio a fin, pero el fútbol es así de bonito y de injusto a la vez, y la pelotita no quiso entrar esa mágica noche. Sinceramente miraba a la grada y no sabía muy bien que había "ganado" esa noche, porque cuando mire para la grada norte del Calderón me di cuenta que los verdaderos campeones de la noche fuisteis ustedes sevillistas. Fuisteis ustedes con vuestros cánticos durante los 120 minutos en Madrid y por vuestro aliento y vuestra fuerza en Suiza, por conquistar dos ciudades en menos de una semana, por llevar nuestro escudo y nuestro himno por todos los rincones del país y del continente...

Me hubiese gustado estar en Basilea con vosotros sevillistas, me hubiese encantado poder estar con vosotros en Madrid familia... pero yo y todos los que estábamos en el tercer anillo del Ramón Sánchez-Pizjuán animando sin parar estábamos bastantes tranquilos, porque sabíamos que nuestros nietos y nuestros familiares sevillistas llevaban dentro nuestro ADN sevillista que nosotros os hemos inculcado desde pequñitos, y por lo tanto, sabíamos que estaríamos muy bien representados en tierras suizas y madrileñas.

Un Fuerte Abrazo querido nieto! Nos volvemos a ver el próximo partido en el Sánchez-Pizjuan.




0 comentarios