Cada vez que el calendario futbolístico de Liga da un parón para que las selecciones nacionales jueguen sus partidos en el sevillismo se genera un debate curioso sobre si es bueno o no que los jugadores nervionenses participen de esos partidos.
Con Sergio Rico la situación es otra. La temporada pasada era un portero con el que contaba el antiguo seleccionador nacional Vicente Del Bosque hasta el punto de llevarlo a la Eurocopa de Francia. Y pese a que la prensa nacional veía bien que Sergio Rico estuviera en la selección, en su propia afición muchos dudaban del nivel del canterano. Sin embargo, al llegar Lopetegui lo dejó fuera de su primera convocatoria, llamando a Reina y Adrián. Esto enfadó a cierto sector del sevillismo, incluidos varios que antes habían dicho que Sergio Rico no debería estar en la selección, que veían claramente que el portero nervionense era mejor que los llamados por el seleccionador. Además, desde que Sergio Rico faltó a esa convocatoria, su nivel bajo los palos aumentó bastante, lo que hacía que después de cada parada de mérito se escuchara en el Sánchez-Pizjuán "¡Y el Lopetegui este va y no lo lleva!" También se oía que si jugaba así porque no lo llamaba, mejor que siguiera sin hacerlo.
Pero no es algo que pase únicamente con jugadores españoles. También pasa con los extranjeros, especialmente si son de otro continente o tienen que hacer un viaje en avión de más de 10 horas. Es el caso de Mercado, Kranevitter y Kiyotake.
Kiyotake estaba siendo un fijo en las alineaciones de Sampaoli hasta que en el último partido lo dejó en la grada sin que se llegue a saber el motivo. En el anterior parón por selecciones el jugador nipón tuvo que viajar a Asia para jugar con la selección japonesa. Al volver, Sampaoli no contó con él para jugar ante Las Palmas por la falta de entrenamientos con el club antes del partido. Desde entonces sólo ha sido titular para enfrentarse al Eibar.
Los argentinos Mercado y Kranevitter tampoco jugaron ante Las Palmas, aunque el defensa sí entró en la convocatoria del partido. El caso concreto de Matías Kranevitter es muy curioso, ya que hay un sector ruidoso del sevillismo no quiere al jugador por el hecho de ser cedido sin opción de compra (algo que parece no importar mucho en el caso de Nasri). Sin embargo, varios miembros de ese grupo también pertenecen al de aquellos que no quieren que jugadores sevillistas tengan largos viajes que no les permitan jugar con el club de Nervión.
Pero todo esto sólo sirve para los partidos internacionales que se juegan durante la temporada de Liga. Cuando llegan los grandes torneos de verano es prácticamente unánime el deseo de que jugadores sevillistas participen. Pero especialmente es colectivo el enfado cuando un jugador que debería estar en la selección no lo hace. En esta pasada Eurocopa, cuando Francia tuvo problemas para hacer gol, hubo muy poca gente que no se acordase de Gameiro, incluso entre los que no son sevillistas. En España, durante el partido contra Italia que dejó al combinado nacional fuera del torneo, se podía escuchar en muchas casas sevillanas "Y Vitolo de vacaciones" cuando salió a jugar el madridista Lucas Vázquez.
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