El Sevilla FC consigue su segunda victoria de la temporada como local con una remontada en los últimos minutos. Con más corazón que juego, el cuadro de Sampaoli se impuso a los canarios, que supieron controlar el juego hasta el dudoso penalti de Vitolo.

Festejo del segundo gol sevillista | Imagen vía mundodeportivo

Salieron los de Nervión con muchas novedades. Sampaoli introdujo a Correa, Ganso y Ben Yedder como revulsivos, mientras que Quique Setién, con las bajas de Boateng y Viera, usó un trivote comandado por un espléndido Roque Mesa. En las ruedas de prensa previas al partido, ambos técnicos dejaron claras sus intenciones y justo así fue como se dio el partido. Los rojiblancos mantenían la posesión mientras que los canarios intentaban aprovechar la contra y la debilidad defensiva mostrada por la zaga local en otros encuentros.

El Sevilla mantenía la posesión pero sin peligro alguno. El Mudo no se encontraba muy cómodo y Ganso, a pesar de dejar algunos destellos de calidad, estaba muy perdido. El brasileño se situaba en la mediapunta y apenas recibía balones. Nasri en cambio estuvo más participativo y fue el que intentó llevar la batuta del juego. Por su parte, Las Palmas se plantó muy bien en un escenario tan complicado como es el Sánchez-Pizjuán. Buena cobertura a los laterales de los medios para tapar las internadas de Mariano y Escudero, y una salida de balón muy limpia iniciada por Roque Mesa.

En el 15, un Sevilla que no encontraba el último pase y  llegaba sin peligro alguno, se topaba con la misma situación que en el partido frente al Espanyol. Roque Mesa inició una gran contra que acabó en los pies de Tana, que definió al palo largo para batir a Rico (1-0). Ya antes, minutos previos Las Palmas había avisado en un uno contra uno que despejó Rico.

Se preveía entonces una avalancha sevillista tal y como ocurrió frente a los pericos hace dos jornadas, pero no fue así. Sevilla impreciso con mucha posesión pero poco peligro. Ningún jugador se atrevía a dar el último pase, y tan  solo Mariano lograba internarse en el área aunque pocas veces encontró rematador. Ganso, en una de sus pocas intervenciones, asistió a Ben Yedder, pero el francés la estampó contra Varas. En el rechace, el Mudo pudo encontrar el empate pero el esférico se marchó arriba. Con mucho calor y un juego  más agónico si cabe, el público del Sánchez-Pizjuán pedía el descanso para refrescarse.

Sampaoli, que asumió en rueda de prensa su culpa por el mal primer tiempo del equipo, movió ficha rápido e introdujo a Vitolo por Ganso. No obstante, Las Palmas siguió con su plan, y aunque a penas pasaba de mediocampo con el balón controlado, Javi Varas no tuvo que esforzarse en el primer tramo de la segunda mitad. Con la idea de dosificar al equipo, Setién introdujo a Momo, Montoro y Araujo, cambios que apenas afectaron al planteamiento. Sin embargo, Sampaoli a la desesperada no tuvo otra opción que introducir a Carlos Fernández (con la idea de tener un rematador de área) y a Sarabia (uno de los mejores del Sevilla hasta el momento), cambios que descontrolaron el partido.

Sevilla mucho más vertical por la banda que había dejado Correa y había ocupado Sarabia, y el Mudo empezaba a encontrar apoyos en Vitolo y en Carlos que venía a recibir. La tuvo primero el Mudo y luego Sarabia, pero Javi Varas hizo bien su trabajo. De forma paradójica, tendría que ser un jugador canario sevillista el que abriese la lata. Vitolo recibió de espaldas en el área y cayó derribado dudosamente por Bigas, que veía la segunda amarilla. Sarabia convirtió el 1-1 cuando todo parecía perdido (88´).

La grada de Nervión, que de esto sabe y no poco, pedía a sus jugadores que no festejaran el gol y corriesen para sacar cuanto antes. El resto de minutos, el Sevilla se veía empujado por ese corazón del Sánchez-Pizjuán mientras Las Palmas intentaba defenderse como podía. Vitolo, de nuevo, iniciaría una contra que acabó en corner. Los aficionados se levantaron de sus asientos para ver la última jugada de la tarde. Jugada que acabó en gol transformado por un jugador que representa perfectamente ese corazón que ayudó hoy al Sevilla FC a llevarse los tres puntos (93´).

"Soy sevillista desde que nací y llevo diez años en la cantera. Puede ser el mejor día de mi vida"
Palabras de Carlos Fernández, goleador hoy, al concluir el encuentro.