El Sevilla de Jorge Sampaoli se presentó en Turín con un once sorprendente para muchos, con la más que destacable ausencia en el mismo de un nueve puro, sacrificábamos el marcaje y distracción para los tres centrales de la Juve para poblar así el centro del campo con hasta 6 jugadores.

Aun así, al comenzar el partido pudimos comprobar como la posición del delantero sí la ocupaba Franco Vázquez, quien, al recibir el balón y darse la vuelta para asociarse, se vio muy solo.

El Sevilla salía claramente ganando en la zona de medios, con un triángulo formado por Kranevitter – Iborra – Nzonzi que destruía y se anticipaba en la elaboración del equipo transalpino, siendo el mayor problema, en esta primera mitad, las pérdidas de balón en nuestro campo, el que provocó las mayores ocasiones de peligro sobre la meta defendida por Rico, pues se presentaban con superioridad numérica y descolocados. La posesión en la primera mitad llegó a alcanzar el 40%-60% a favor de los nuestros en el Juventus Stadium, que no es algo sencillo de lograr y hay que valorar.

Aunque lo que es innegable es lo que se hizo con esa posesión, pues queda claro que el bagaje ofensivo fue lo más deficiente del sistema, con un único tiro a puerta, siendo Escudero desde fuera del área quien lo intentara.

La segunda mitad saltó con una sorpresa por parte del entrenador argentino, pues no contento con el desarrollo del partido, cambió el sistema por completo, pasando a defender con tres centrales, para mayor marcaje del “Pipa”, y cambiando a Sarabia de banda para ocupar el puesto de carrilero:

Ahora, en teoría, Vázquez estaría algo más acompañado al centrar la posición de Vitolo, quien hizo ayudas en la presión a Chiellini y Bonucci, pero fue un sistema que duró poco, pues con los cambios fue haciendo pequeños ajustes en el mismo para contra contrarrestar los intentos, mayores con el paso de los minutos, del equipo local para llevarse los 3 puntos.

La entrada de Mariano fue buscando una mayor presencia y profundidad por un especialista en dicha posición, y con Correa se buscó un delantero llegador que tirara desmarques y buscara la espalda de los centrales, dando descanso a un Franco Vázquez que llegó muy agotado a los minutos finales. Dejando todo el partido, sin embargo, a Iborra, quien iba a ser presumiblemente sustituido, pero cuyo juego aéreo a polivalencia, permitieron a Jorge Sampaoli mantener el sistema por delante de los hombres.

Como dijimos anteriormente, el sacrificio de las áreas fue lo que nos permitió sumar un empate en un campo complicadísimo ante el rival más fuerte del grupo. Sin ir más lejos, si vemos la producción de pases de ambos equipos podemos comprobar cuáles son las zonas menos visitadas por el balón en los 90 minutos, dejando ver, de forma evidente, que la idea del míster, fue tan productiva como exitosa.

Pases Juventus:

Pases Sevilla FC: