El conjunto sevillista vuelve diez años después a la categoría de plata, rememorando aquél ascenso de los chicos de Manolo Jiménez, en la que juventud y ataque fueron las claves del éxito.

La Segunda División es una categoría donde cada equipo lucha por cumplir el sueño de subir a Primera División. Para los filiales, al no poder subir a Primera División, se considera ya un premio el poder jugar en la División de Plata con todo lo que conlleva: desde más repercusión mediática con los derechos de TV, hasta una explosión de jóvenes futbolistas que buscan perseguir su sueño de triunfar en el deporte rey. Es el caso del Sevilla Atlético, que en menos de veinte días rememorará su vuelta a la Segunda División, a la que jugó hace 10 años el mismo conjunto bajo las órdenes de Manolo Jiménez, y que ahora tomará las riendas el gallego Diego Martínez, con el objetivo de hacer brillar a los jugadores para cumplir su sueño de debutar como profesional en el filial sevillista.

En aquél año, jugadores como Javi Varas, Alejandro Alfaro, Juan Pablo, Casado, Lolo, Cordero o Redondo hicieron brillar al equipo en Segunda División, con un meritorio noveno puesto. Ahora, esos jugadores han dejado paso a Churriti, Borja Lasso, Cotán, Ivi, Bernardo Cruz, Juanje o Carlos Fernández, todos ellos dirigidos por Diego Martínez.

Después del gran nivel ofrecido por David Soria en su estancia en el filial, que le ha valido para subir al primer equipo, ese hueco lo ocupará el portero José Antonio Caro "Churripi". Uno de los héroes del ascenso en la tanda de penaltis, su buena colocación bajo palos, colocación en la portería y buenos reflejos harán del filial sevillista un buen seguro entre los tres palos.

En la defensa, centrales veteranos en la categoría como el cordobés Bernardo Cruz, combinados como Matos, Carmona, o Diego González conseguirán la seguridad que ha caracterizado al equipo en la pasada campaña en Segunda B. A ellos, se les sumará Álex Muñoz, jugador de 22 años que procede del Hércules y que ha liderado a la defensa valenciana durante su estancia en el equipo alicantino, haciendo de la defensa sevillista una parcela más competitiva.

En el centro del campo, en la época de Manolo Jiménez destacaban jugadores como Cordero, Alejandro Alfaro o Jonathan Ruíz, que consiguieron armar una brillante conexión con la delantera y brillar en diversos equipos después de su paso por el filial. Ahora, jugadores como Borja Lasso, Curro, Juanje o Cotán ofrecen cada uno de ellos un buen manejo de balón, tanto en la posesión como en las recuperaciones. Es la parcela donde el filial sevillista se reforzó más, con Andres Schettino que procede de la Fiorentina y aportará desborde y conducción en el juego, Bilal Boutobba (procedente del Olympique de Marsella), Jorge Carrascal (procedente del Millonarios colombiano) o Giorgi Aburjania. El mediocentro georgiano conseguirá darle más calidad y más movilidad en el centro del campo, y buscará ser el referente en una categoría que ya conoce, pues procede del Gimnástic de Tarragona, donde estuvo a un paso de conseguir jugar en Primera División.

El Sevilla Atlético no ha reforzado (de momento) la parcela ofensiva. Los delanteros Carrillo, Ivi y Carlos Fernández tienen perfiles diferentes, pues algunos son más veloces, con posibilidad de ser veloces en cualquier contraataque. Una punta de ataque veterana, una de las claves para asegurar una permanencia donde sólo 15 equipos conseguirán cumplir.

Con todo ello, los de Diego Martínez buscarán sellar una permanencia que es vital, no sólo porque se profesionalizan los jugadores y se consiguen más ingresos a través de fuentes como la TV, sino porque es el futuro del Sevilla y el futuro del fútbol español. Una cantera de chavales que quieren ser los nuevos Reyes, Sergio Ramos o Alberto Moreno y poder triunfar dentro del deporte rey.