Análisis Táctico | Sevilla FC 6-4 RCD Espanyol: El dilema de la manta corta
En lo que fue un partido intenso, vibrante y lleno de emociones, el Sevilla FC venció por 6-4 a un combativo RCD Espanyol en el Ramón Sánchez-Pizjuán para conseguir su primer triunfo oficial de la temporada. El cuadro dirigido por Jorge Sampaoli volvió a mostrar mucha dinámica y talento de tres cuartos de campo hacia adelante, pero a la hora de defender quedó expuesto por errores en la salida que se vienen repitiendo desde el inicio de esta 2016/17, aunque supo como corregirlos para finalmente llevarse de forma merecida las tres unidades.
Tras las derrotas consecutivas ante el Real Madrid y el FC Barcelona por las Supercopas de Europa y de España respectivamente, el Sevilla necesitaba con urgencia un triunfo contundente de cara a su afición para poder comenzar a recorrer la temporada con un poco más de tranquilidad. Nadie había reclamado demasiado a Jorge Sampaoli luego de los recientes encuentros, ya que es sabido que ambos cortan al medio a la pretemporada y que además al ser nuevo el entrenador - con una plantilla muy renovada- y traer una nueva idea de juego bajo el brazo, siempre se necesita un poco más de tiempo para que esta se vea plasmada en el césped.
El entrenador argentino debutó en la La Liga con el siguiente once: Sergio Rico; Mariano, Nico Pareja (reemplazado por Diego González, minuto 82), Mercado; Vitolo, N'Zonzi, Kiyotake; Franco Vázquez, Pablo Sarabia, Vietto (reemplazado por Correa, minuto 80) y Ben Yedder (reemplazado por Iborra, minuto 74). El Espanyol de Quique Sánchez Flores se plantó con un 4-4-2 interesante, con Gerard Moreno y Leo Baptistao como puntas y la presencia de José Antonio Reyes en el banquillo: Roberto; Javi López, Álvaro, Óscar (Cianí, minuto 36), Duarte (reemplazado por Javi Fuego, minuto 69); Hernán Pérez (reemplazado por Reyes, minuto 69), Víctor Sánchez, Diop, Piatti; Gerard Moreno y Leo Baptistao.
Como era de esperarse, el 4-3-3 de Sampaoli se vio vulnerado ante su primera imprecisión a los 8' de la primera mitad. El contragolpe que dio inicio a las acciones ofensivas del Espanyol culminó con una buena subida de Leo Baptistao por la banda derecha y un centro atrás que Piatti capitalizó con Sergio Rico ya vencido para dejar el marcador 0-1 y preocupar a la ruidosa afición local. Ya desde los primeros minutos, Vitolo sufría con la marca por su sector y dejaba al descubierto a un N'Zonzi poco preciso en la salida y bastante flojo en la contención.
Sin ponerse nervioso ni desesperarse, el Sevilla continuó con su juego de posesión ante un Espanyol que se atrincheró en el centro del campo con sus dos exteriores y volantes centrales en línea. Kiyotake y Vitolo se cerraron como interiores, mientras que Mariano y Mercado pasaron a jugar como volantes exteriores, quedando Vázquez suelto como enlace en tres cuartos de campo y Ben Yedder y Vietto como puntas. Justamente fue el ex Racing Club y Atlético de Madrid quien avisó que no había llegado a Andalucía para pasear con una chilena que se estrelló en el larguero. Y a los 15', luego de una jugada colectiva sensacional en velocidad, Sarabia aprovechó un centro magistral de N'Zonzi y con un cabezazo a colocar marcó el primer gol del Sevilla. El 1-1 hizo delirar a la afición, que volvió a estallar unos minutos más tarde con un anticipo fantástico de Vietto sobre el primer palo en un tiro de esquina para dejar las cosas 2-1 en favor de los de Sampaoli.
Más allá del excelente y fluido módulo ofensivo, el Sevilla siguió cometiendo errores infantiles al intentar salir por abajo. Rico no se mostró cómodo ni hábil en el juego de pies, algo que sumado a las dificultades del trío del mediocampo, le abrió las puertas al cuadro de Quique Sánchez Flores para dar vuelta el resultado con dos jugadas idénticas: a los 26', Hernán Pérez aprovechó un buen centro pasado para igualar en dos el marcador entrando por la izquierda y a un minuto del cierre Víctor Sánchez recibió de frente al arco por parte de un muy activo Piatti y con un delicioso disparo rasante a colocar puso el 3-2 que silenció momentáneamente al Pizjuán.
Dos pérdidas casi iguales habían derivado en goles calcados entre sí de los Periquitos que en un choque plagado de emociones y fútbol en estado puro demostraban que esta temporada están para algo más que salvarse del descenso. Cuando parecía que la decepción iba a inundar una vez más el estadio, Vietto fusiló a Roberto dentro del área luego de que un balón suelto quedase en el punto penalti tras un lanzamiento de esquina. A pesar de la eficacia absoluta de su contrincante, el Sevilla había conseguido igualar la contienda y mantenerse en el partido de cara a unos segundos 45 minutos que prometían ser inolvidables.
Evidentemente, Sampaoli se hizo escuchar en el vestuario, pues el Sevilla que salió al segundo tiempo fue uno radicalmente distinto al de la primera mitad en el aspecto defensivo. A su talento y - por fin- pólvora en los metros finales, le sumó un buen trabajo posicional de los centrales y de un N'Zonzi que bajó unos metros para jugar como líbero y cubrir mejor los espacios. Los errores a la hora de salir jugando desaparecieron y el Espanyol tuvo que ganar algunos metros en el campo de juego para tratar de tener algo de posesión.
Así el Sevilla aprovechó a la perfección los espacios y sacó ventaja una vez más: Sarabia llegó hasta el fondo a toda velocidad, centró hacia atrás y el Mudo Vázquez desde el borde del área marcó el 4-3 con un exquisito remate a colocar que en el camino esquivó a como mínimo tres defensores. En el contexto de un dominio ya absoluto, Vietto y Sarabia armaron una gran jugada por el andarivel central y el ex Getafe habilitó con un pase filtrado a Ben Yedder para que con un disparo cruzado dejase las cosas 5-3 en favor del cuadro rojiblanco.
El toque corto en velocidad, las triangulaciones constantes, el avance progresivo desplegando a los laterales y la explosión nuclear del Sevilla en los metros finales habían sido suficientes para dejar atrás los desajustes de la primera mitad y sellar un partido tan frenético como dificultoso. Cuando restaban poco más de 15' para el cierre, Vázquez recibió con total comodidad en la medialuna, hizo la pausa y dejó solo a Kiyotake ante el portero. El japonés no falló y con otra definición simple marcó el sexto del Sevilla para que las tribunas no paren de gozar con un 6-3 alucinante en el mejor y el peor de los sentidos a la vez.
De inmediato tras el gol, Sampaoli mandó al campo de juego a Vicente Iborra, Diego González y Joaquín Correa en lugar de Sarabia, Pareja y Vietto respectivamente. Un error de Kiyotake a los 79', lanzando muy mal un pase atrás cuando sus compañeros estaban abiertos, le permitió a Gerard Moreno marcar el cuarto gol de Espanyol luego de una jugada individual digna de aplauso. El 6-4 final es la expresión de todo el potencial que tiene este nuevo Sevilla en ataque, pues es una máquina de avanzar y lo hace con fundamentos tácticos complejos e interesantes que no son fáciles de descifrar para sus rivales. Lo defensivo sigue en el debe, pero en la segunda mitad se vio un equipo mucho más compacto y coordinado en el retroceso que mantuvo a raya a un Espanyol que sabe a lo que juega y que lo hace muy bien.
Ben Yedder
Franco Vázquez
Jorge Sampaoli
Kiyotake
Liga Santander
Luciano Vietto
Quique Sánchez Flores
Ramón Sánchez-Pizjuán
RCD Espanyol
Sarabia
Sevilla FC
0 comentarios