En lo que fue sin lugar a dudas otra noche mágica de la Europa League, el Sevilla FC logró sobreponerse a un mal primer tiempo para vencer por 3-1 al Liverpool de Jürgen Klopp y consagrarse por tercera vez consecutiva en el torneo continental. Con absoluta justicia y jerarquía, de la mano de unos Gameiro, Mariano, Coke y Banega sensacionales, el cuadro de Andalucía se convirtió en el primer equipo que gana esta competencia tres veces seguidas, cimentando su lugar en la historia del fútbol.
El Sevilla salió en los primeros segundos a imponer su presencia en el campo de juego, adelantando a todos sus jugadores para presionar bien alto al Liverpool y evitar su salida cómoda. En pocos minutos, Ever Banega exhibió toda su calidad, haciéndose cargo del balón parado y tomando las riendas de su equipo.
Mientras el Liverpool esperaba cerca del círculo central, el Sevilla intentó buscar siempre en largo a Gameiro, sin poder hilvanar demasiados pases seguidos de tres cuartos de campo en adelante. Los nervios consumieron a ambos equipos durante el primer tramo del encuentro, uno que tuvo un exceso de pelotazos frontales y demasiadas infracciones en el centro del campo.
El primer disparo a puerta llegó desde los pies de Emre Can tras un buen pase atrás de Clyne y Soria aseguró el balón dando un rebote corto con la intención de no complicarse. Si bien Firmino se encontró con una marca muy dura y Coutinho y Lallana no pudieron desplegarse llegando al minuto 8, lo cierto es que los de rojo ya se mostraban mucho más intensos en ataque que su contrincante.
Los de Klopp confirmaron su predominio con la segunda llegada de riesgo a los 11': Clyne llegó solo por su costado, lanzó un centro atrás que Soria no supo interceptar, Sturridge cabeceó a contrapierna del portero y Carrico llegó al rescate sobre la línea. En la jugada posterior, Milner habilitó a Firmino, el brasileño ingresó al área y Krychowiak evitó que el balón pasase dejando su mano intencionalmente, pero el colegiado no sancionó un penalti que hubiese sido justo para el Liverpool.
Con el esférico sobre el piso, el cuadro británico se mostró mucho más preciso y peligroso que el Sevilla, que con el primer cuarto de hora en el horizonte se encontraba desaparecido en acción en la noche de Basilea. Salvo algunos intentos esporádicos por parte de Banega y los laterales, lo del cuadro andaluz era sin dudas malo, sin mostrar nada de eficacia en los pases y sin poder tomar el control de las acciones.
Sumando una gran cantidad de jugadores en cada ataque, el Liverpool volvió a quedar muy cerca de lastimar al campeón defensor: una infracción de Banega derivó en un contragolpe liderado por Lallana, que condujo hasta tres cuartos, tocó en profundidad con Sturridge y Soria llegó a tiempo para taparle el disparo al centrodelantero inglés.
Más allá de la superioridad de su equipo, Klopp veía que sus atacantes no estaban del todo cómodos ante una defensa que en 26' apenas si había fallado en los cruces y anticipos. Para Unai Emery, la situación era inversa, ya que de momento lo único que hacía su Sevilla era sostener al rival lejos del arco con un cerrado 4-5-1 y salir de manera fallida en velocidad con los laterales.
Pero en medio de tanta oscuridad, Banega limpió el panorama, abrió con Mariano que ingresó al área a pura potencia y lanzó un centro que fue rechazado por Lovren con tranquilidad. Luego de media hora de letargo, Vitolo y Coke aparecieron en el partido e inclinaron la cancha a pura potencia. Y en un gran tiro de esquina ejecutado al segundo palo por Banega, Gameiro estuvo a punto de abrir el marcador con una sensacional chilena que salió muy cerca del parante izquierdo del arco de Mignolet.
Este llamado de atención fue recibido por el Liverpool, que recuperó la forma de los primeros minutos y a los 35' abrió el marcador con un golazo: Firmino controló en tres cuartos, tocó en vertical con Coutinho, este abrió con Sturridge y el delantero con un fenomenal disparo a colocar de tres dedos puso el 1-0 que hizo delirar a la mitad del estadio. Imposible para Soria, imposible para un Sevilla que sin dudas necesitaría mucho más para como mínimo llegar al empate.
Unos minutos más tarde, entre Lovren con un gran cabezazo y Sturridge con un suave toque sobre la línea marcaban el 2-0 para el Liverpool, pero el Juez de Línea sancionó el fuera de juego y los de Emery pudieron respirar un poco más tranquilos. La confianza del Liverpool era absoluta sobre el cierre de la primera mitad, con el campeón de la Europa League hincando la rodilla en el césped, a punto de recibir el golpe de K.O en una actuación realmente floja.
En la jugada que dio por finalizada la primera parte, el Liverpool volvió a quedar en las puertas del segundo gol: un pifie de Milner en la medialuna derivó en Lallana, éste abrió con Clyne y su centro lleno de potencia y precisión no pudo ser rematado por Sturridge por cuestión de centímetros. Haciendo base en el mediocampo, ganando con claridad esa batalla táctica, el Liverpool se retiró a los vestuarios con la cabeza alta y sabiendo que el objetivo estaba un poco más cerca. Para el Sevilla, las sensaciones fueron las contrarias, ya que tras ese comienzo a pura presión, había mostrado sus errores habituales en el fondo y no había logrado siquiera realizar buenas transiciones al ataque como para molestar a su contrincante.
El complemento inició con un golpe sobre la mesa por parte del campeón, con Mariano surcando la banda a pura habilidad y velocidad y Gameiro rematando con eficacia pura para dejar el resultado igualado con tan solo un minuto de juego. En la jugada posterior, con el Liverpool aturdido, Gameiro pudo marcar el segundo gol para los suyos pero tardó demasiado en definir dentro del área y finalmente un defensor le ganó la posición.
Con Gameiro suelto por todo el frente de ataque y el recorrido de Coke, Escudero y Mariano, el Sevilla dominaba a pura intensidad, apostando por un estilo mucho más vertical que en la primera mitad, algo que siempre le hace bien a su delantero punta.
A los 60', un lateral al área fue peinado por N'Zonzi, el balón le quedó a Gameiro y el ariete francés cara a cara contra Mignolet perdió el duelo debido a una notable reacción del portero del Liverpool para tapar con todo su cuerpo sobre la línea. El trámite se convirtió en un ida y vuelta, con los de Klopp demasiado desorganizados por el hecho de no tener la pelota y esto fue aprovechado por un sensacional Sevilla para desnivelar al minuto 63.
Un ataque supersónico, a puro toque corto yendo de lado a lado, con Vitolo como armador y Banega como comodín en tres cuartos de campo, luego del último toque del Canario, Coke llegó en velocidad en el borde del área y con un notable remate bajo cruzado puso el 2-1 para los pupilos de Unai Emery. A pesar del paso atrás que los rojiblancos dieron tras el gol, el Liverpool siguió sin encontrar respuestas ni en lo colectivo ni en lo individual.
Klopp movió el banquillo y sacó a Firmino - de poca participación- para colocar en su lugar a Divock Origi, dejando a Coutinho como enlace y sumando un delantero más al área. Pero el que siguió generando peligro fue el Sevilla, con Krychowiak anticipando dentro del área al recién ingresado Origi, pero el balón salió apenas ancho.
A los pocos segundos, Banega condujo un nuevo ataque, el rebote tras el rechazo fallido de la defensa roja le quedó a Coke y el ídolo sevillista con un tremendo bombazo a quemarropa - que Mignolet apenas si logró rozar- puso el 3-1 cuasi definitivo para el bicampeón de la Europa League.
Con 71' en el reloj, Klopp intentó por todos los medios que sus jugadores reaccionasen, luego de haber desaparecido del encuentro tras el empate de Gameiro. Lallana salió de la cancha y en su lugar ingresó Allen, quedando los británicos con un solo volante de contención y lanzados al ataque sin nada más para perder.
En medio del intento desesperado del Liverpool por regresar al partido, Rami pidió el cambio luego de una lesión tras un cruce ante Origi y en su lugar ingresó Kolodziejczak. Viendo que nada sucedía, Klopp agotó variantes con el ingreso de Benteke en lugar de Kolo Touré con siete minutos por jugarse, quedando expuesto por completo con una línea de tres jugadores y tres puntas en el campo de juego.
Sturridge intentó de lejos con una volea que no fue compleja para un muy tranquilo David Soria, que como todos sus compañeros ya estaba saboreando la gloria por tercera vez consecutiva. Coke tuvo el triplete en sus pies luego de un mal control de Gameiro y un pase atrás del francés, pero Moreno desvió el balón para evitar la catástrofe. Los cuatro minutos de adición no fueron más que un trámite y sirvieron para que Iborra reemplace a un ovacionado Gameiro, uno de los héroes y artífices de esta enorme victoria, y un remate posterior de Vitolo que se marchó por encima del larguero. Unos minutos después, Cristóforo reemplazó a Banega, que se retiró muy aplaudido y emocionado, para que el pitazo final de Eriksson desate la locura y consagre por tercera vez consecutiva al Sevilla FC como campeón de la Europa League, metiéndose en la historia del deporte y demostrando que no hay mejor equipo para este torneo.
Ficha Técnica:
Sevilla FC: David Soria; Sergio Escudero, Daniel Carrico, Adil Rami (Timothee Kolodziejczak, min. 78), Mariano Ferreira; Grzegorz Krychowiak, Steven N'Zonzi; Vitolo, Ever Banega, Coke; Kevin Gameiro (Iborra, min. 89).
Liverpool FC: Mignolet; Clyne, Lovren, Kolo Touré (Benteke, min. 83), Alberto Moreno; James Milner, Emre Can; Philippe Coutinho, Roberto Firmino (Divock Origi, min. 69), Adam Lallana (Joe Allen, min. 73); Daniel Sturridge.
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia).
Goles: Daniel Sturridge 35', Kevin Gameiro 46', Coke 64' y 70'
Tarjetas: El colegiado amonestó a Dejan Lovren, Divock Origi en el Liverpool y a Vitolo, Ever Banega en el Sevilla FC.
Estadio: St. Jakob-Park (Basilea, Suiza).
Basilea
Campeón
Coke
Coutinho
Daniel Sturridge
Europa League
Ever Banega
Final
Firmino
Héroes
Historia
Jürgen Klopp
Liverpool FC
Sevilla FC
Tricampeón
Unai Emery
Vitolo
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