Puestas las cartas sobre la mesa, sería el vigente campeón el primero en mover ficha. Presión asfixiante con Banega pegado al segundo central y Coke y Vitolo haciendo lo mismo con los laterales. De esta forma al mínimo error, el Sevilla se encontraría en zona de tres cuartos con hasta cuatro hombres de ataque. Para que comentar más, Malyshev se quedó corto en un pase y poco pudo hacer más que ser otro espectador del gol de Kevin Gameiro.

Con ventaja en el marcador el Sevilla retraso líneas y quiso ser más conservador. Banega se retrasó y el pivote de Krychowiak y N´Zonzi se tuvo que encargar de las innumerables coberturas que requerían los continuos movimientos de Marlos y Taison. Con un Sevilla replegado y que buscaba matar el partido en alguna contra de Vitolo, Emery se encontró con su propia medicina. EL Shaktar anotó en una de las pocas contras que tuvo en el partido, y asestó un golpe moral a los de Emery, que se fueron con el 1-1 al descanso.

No obstante, lejos de ser un varapalo para los rojiblancos, fue una motivación extra al comenzar la segunda mitad. El Sevilla salió a morder y en dos zarpazos colocó el 3-1 final en el luminoso, dejando la eliminatoria para sentencia y un Shaktar que poco podía hacer más que mirar como pasaban los minutos.

Claves del partido:

Doble lateral. Emery no arriesgó con Konoplyanka. Coke volvió a cumplir y dio seguridad a Mariano, que se animaba sin miedo a subir una y otra vez.

N´Zonzi. Gran nivel el que está alcanzando el ex del Stoke. Roba, bascula, gana por alto y guarda la posición a Krychowiak cuando este se anima al ataque como ocurrió en el segundo gol. Fundamental a día de hoy para Emery.

Marlos. De lo poco del Shaktar. Sin una posición fija, el brasileño consiguió romper líneas y ser un verdadero incordio para toda la zaga.

Gameiro. Dos oportunidades de gol, dos goles de delantero diez.