Este equipo, es decir, esta familia, suma y sigue. Ya son 11 los partidos que en casa Emery consigue una victoria, que consigue levantar al público de un Ramón Sánchez-Pizjuán que tampoco ha fallado, incluso cuando no era tan buena la situación, y no hablamos de años atrás, si no de la primera vuelta. Las claves del 2-0:

-Segundas partes siempre fueron buenas: Este refrán es fácilmente aplicable al Sevilla, ya que, en la mayoría de sus partidos, los ha sentenciado en la segunda mitad, bien debido al esfuerzo al que someten al rival en la primera parte en clave defensiva, bien por otra causa. Así, el Sevilla desatascó un difícil partido, en gran parte, gracias a la entrada de Vitolo.

-La gran actuación de Banega: El argentino no deja de sorprender a los aficionados al deporte rey, cada partido con otra genialidad más, como es el caso del primer gol. Maneja el equipo y circula y retiene el balón como ningún otro jugador rojiblanco. Su aportación fue esencial, en especial con su gol.

-Los cambios: Unai, que "vuelve a su mejor nivel", revolucionó el encuentro cuando todo estaba destinado al empate a cero, ya que el partido estaba muy disputado entre ambos bandos, siempre un peldaño por encima el Sevilla. La entrada de Vitolo, la que más sintieron los visitantes en su zaga, fue la más notable. Asistió por doble oportunidad a Banega y Gameiro respectivamente y realizó una gran actuación a nivel personal. Por su parte, Khron, la segunda sustitución de de Emery, no brilló mucho, mientras que el último cambio, Juan Muñoz, tuvo una clara oportunidad para hacer el 3-0.