Salió el de Hondarribia con su equipo alternativo (Llorente, Konoplyanka y Reyes)  salvando a Banega, que cumplirá sanción ante el Barcelona, pero ni la actitud de los jugadores ni el mismo planteamiento del entrenador favorecieron para ver un buen partido. El aficionado sevillista se va a la cama con mal sabor de boca, el campeón de UEL se arrastró en Noruega ante uno de los rivales más fáciles del presente campeonato.

El partido tuvo poco que comentar. Los de Nervión ni querían presión ni posesión, parecía más que una eliminatoria, un entrenamiento. Tan solo Iborra y Reyes dejaron destellos de querer al menos intentar algo. Banega, que no tuvo su mejor día, tuvo la única ocasión del primer periodo con un gran disparo al larguero.  El Molde por su parte supo asumir el rol de dominador cuando se le ofreció y así se acabo aprovechando de una floja defensa, que no tuvo fuerzas ni siquiera para despejar en el primer y único gol de Hestad (43´). Hoy por primera vez desde su lesión, se echó de menos la actitud y figura de Gregorz Krychowiak.

En la segunda mitad, incluso les entró el tembleque a los rojiblancos. Sería por el frío porque el Molde parecía conformarse con el 1-0. Emery, intentó darle un vuelco al partido introduciendo a Gameiro y Krohn Dehli, pero el encuentro siguió en su línea de poca emoción. Eso sí, hubo un tramo, como un espejismo, en el que el Sevilla apretó y tuvo varias ocasiones: un disparo al palo de Kolo en el saque de un córner y un disparo de Banega que salvó la defensa noruega bajo palos.

Poco más que comentar de este partido que bien merece quedarse en el olvido. Mañana en Nyon (13.00 en Eurosport) el sorteo de octavos donde estarán  los cuatro representantes españoles. Los partidos como visitante siguen siendo la asignatura pendiente de Emery, veremos qué ocurre si el Sevilla se empareja con un rival de gran calibre.