Análisis táctico: Sevilla FC 3-0 Molde FK

Unai Emery no decidió arriesgar ante un equipo de menor talla, y la buena disposición sobre el terreno de juego ha tenido como consecuente que el Sevilla se vea con `pie y medio´ en octavos de Europa League.

En el once titular de Unai se veía reflejado el particular 4-2-3-1, introduciendo las novedades de Escudero, Llorente y Soria bajo palos. De nuevo, Krohn-Dehli ocupaba el extremo izquierdo, buscando más la profundidad y la posesión en lugar de la verticalidad propia del ucraniano, que tendría minutos ya en la segunda mitad.
La zaga sevillista se vio forjada por Carriço y Kolo, a la que se sumaban tanto N´Zonzi como Cristóforo alternándose a la hora de atacar. Puesto que el principal objetivo del equipo era mantener el balón, buscando los espacios por medio especialmente de Vitolo, desplegados por la batuta de Éver Banega.
El conjunto local logró romper la línea de 4-1-4-1 de Ole Gunnar, técnico del Molde, modificada a dos líneas de 5 frente a la ofensiva sevillista. 
Gran parte del mérito a la hora de salir a campo contrario fue de los carrileros, Escudero y Coke, habituales hombres de banda, de forma que Vitolo, Krohn-Dehli y Llorente se vieran más encerrados en la línea blanquiazul ahogando a estos. 
Pero el protagonista de la noche, y `clave´ en la idea de Emery fue Fernando Llorente. El riojano no parecía encontrarse durante los primeros tanteos de partido, pero le hicieron falta 35 minutos para mandar el primer balón a la red, terminando de desatar la furia en el 49´, prueba superada para el delantero. 
Superando por diferencia de dos a un rival ya incapacitado, el movimiento de banquillo estableció su objetivo en sentenciar. Konoplyanka e Iborra, para aportar frescura (por Krohn-Dehli y Cristóforo respectivamente) y las caídas a la banda. También el goleador dejaría el verde para que Gameiro pusiera su firma al último tanto del Sevilla.

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