Aleix Vidal: "No creo que haya muchas aficiones en Europa como la del Sevilla"
Esta madrugada, el diario deportivo sevillista OrgulloDeNervión ha publicado una entrevista al actual jugador del FC Barcelona y exsevillista Aleix Vidal.
—¿Qué significa para usted el Sevilla?
—Allí pasé mi mejor
año. En el Almería me dieron la oportunidad y también disfruté. Lucas Alcaraz
supuso mucho para mí. Pero en el Sevilla di el salto que necesitaba. Ganamos la
Liga Europa, nos clasificamos para la Liga de Campeones… Fue una pasada.
—Usted siempre habla en plural.
—¡Es que somos un equipo! Si yo fuera un tenista pues igual hablaba de otra manera. Pero en el fútbol uno es todo y todo es uno. Cuando luchas por un balón lo haces para que un compañero se beneficie, ¿no?
—¿Cómo es el Barcelona?
—Todo multiplicado. A lo grande. La estructura del club es realmente impresionante pero luego, cuando juegas al fútbol, todo es como siempre. Hay un balón y 22 jugadores.
—Usted siempre habla en plural.
—¡Es que somos un equipo! Si yo fuera un tenista pues igual hablaba de otra manera. Pero en el fútbol uno es todo y todo es uno. Cuando luchas por un balón lo haces para que un compañero se beneficie, ¿no?
—¿Cómo es el Barcelona?
—Todo multiplicado. A lo grande. La estructura del club es realmente impresionante pero luego, cuando juegas al fútbol, todo es como siempre. Hay un balón y 22 jugadores.
—Sí, sí. Pero con Messi,
Neymar, Luis Suárez y compañía todo es más fácil…
—Eso, también (se ríe). Es una pasada. Lo que la gente ve son los partidos, pero también en los entrenamientos hacen cosas increíbles.
—Eso, también (se ríe). Es una pasada. Lo que la gente ve son los partidos, pero también en los entrenamientos hacen cosas increíbles.
—¿Y como personas?
—Impresionante. Yo, por mi forma de ser, nunca he tenido problemas en los vestuarios. Pero sí que es verdad que al principio, cuando llegas a un vestuario que lo ha ganado todo, en un equipo en el que están los mejores jugadores del mundo, pues vas un poco más cohibido para ver qué sucede. Conmigo se han portado genial. Desde el principio. Llegué y me dijeron que me ayudarían en todo, que estuviera tranquilo.
—Impresionante. Yo, por mi forma de ser, nunca he tenido problemas en los vestuarios. Pero sí que es verdad que al principio, cuando llegas a un vestuario que lo ha ganado todo, en un equipo en el que están los mejores jugadores del mundo, pues vas un poco más cohibido para ver qué sucede. Conmigo se han portado genial. Desde el principio. Llegué y me dijeron que me ayudarían en todo, que estuviera tranquilo.
—¿Quiénes son los que ayudan?
Todos, todos. Los capitanes son los que lideran un poco el grupo, los que tienen, lógicamente, más peso. Pero aquí (por el vestuario del Barcelona) hay muy buena gente.
Todos, todos. Los capitanes son los que lideran un poco el grupo, los que tienen, lógicamente, más peso. Pero aquí (por el vestuario del Barcelona) hay muy buena gente.
—Hay uno que no para de hablar
de Sevilla, ¿verdad?
¿Iván? (Rakitic) Sí, sí. Hablamos mucho. Estamos sentados pegados en el vestuario.
¿Iván? (Rakitic) Sí, sí. Hablamos mucho. Estamos sentados pegados en el vestuario.
—¿Y a quién tiene al otro lado?
—A Gerard (Piqué).
—A Gerard (Piqué).
—Leí en una entrevista que para
él la afición del Sevilla era la mejor que había visto.
—Sí, sí. Lo sé. No creo que haya muchas aficiones en Europa como la del Sevilla. Yo fui al Sánchez-Pizjuán como rival cuando estaba en el Almería y se lo comenté a mis compañeros. Aquello ya me impresionó. Y, si le digo la verdad, me ayudó también para decidirme por la oferta del Sevilla. Están todo el tiempo cantando y animando. Eso lo escuchas y lo sientes. Pero, sobre todo, en los momentos del partido donde puede haber algún tipo de duda. Cuando un equipo se enfrenta al Sevilla y da un pasito adelante y empieza a sentir la presión del público… pues se termina notando. Y vuelve el Sevilla a dominar. No es casualidad que el Sevilla lo gane todo en el Sánchez-Pizjuán.
—Sí, sí. Lo sé. No creo que haya muchas aficiones en Europa como la del Sevilla. Yo fui al Sánchez-Pizjuán como rival cuando estaba en el Almería y se lo comenté a mis compañeros. Aquello ya me impresionó. Y, si le digo la verdad, me ayudó también para decidirme por la oferta del Sevilla. Están todo el tiempo cantando y animando. Eso lo escuchas y lo sientes. Pero, sobre todo, en los momentos del partido donde puede haber algún tipo de duda. Cuando un equipo se enfrenta al Sevilla y da un pasito adelante y empieza a sentir la presión del público… pues se termina notando. Y vuelve el Sevilla a dominar. No es casualidad que el Sevilla lo gane todo en el Sánchez-Pizjuán.
—Pero fuera de casa no lo hace
desde mayo del año pasado…
—Esperemos que tarde una semanita más, ¿no?
—Esperemos que tarde una semanita más, ¿no?
—¿Será especial para usted el
partido ante el Sevilla?
—Claro. No pude jugar la Supercopa de Europa y el partido del Sánchez-Pizjuán. Tengo muchas ganas porque enfrentarte a tus compañeros es siempre especial.
—Claro. No pude jugar la Supercopa de Europa y el partido del Sánchez-Pizjuán. Tengo muchas ganas porque enfrentarte a tus compañeros es siempre especial.
—¿Sigue teniendo contacto con
ellos?
—Por supuesto. Esto ya traspasa lo meramente futbolístico. Se queda la amistad siempre.
—Por supuesto. Esto ya traspasa lo meramente futbolístico. Se queda la amistad siempre.
—¿Y ha hablado con alguno del
partido de mañana?
—(Se queda callado unos segundos). Más o menos, sí.
—(Se queda callado unos segundos). Más o menos, sí.
—¿Cómo…?
—Tenemos un grupo en el WhatsApp y escribí nada más acabar el partido de Noruega para decirles que si ya estaban pensando en nosotros… (se ríe). Les puse también que había que hacer una porra.
—Tenemos un grupo en el WhatsApp y escribí nada más acabar el partido de Noruega para decirles que si ya estaban pensando en nosotros… (se ríe). Les puse también que había que hacer una porra.
—¿Y cuál fue el resultado que
más se repitió?
—¡Hombre! ¿Qué van a decir ellos? Que ganan. Pero no lo tengo yo tan claro (se vuelve a reír).
—¡Hombre! ¿Qué van a decir ellos? Que ganan. Pero no lo tengo yo tan claro (se vuelve a reír).
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