Salió Emery sin los internacionales Banega y Konoplyanka e intentando buscar el resultado que no obtuvo en Gran Canaria. Lejos de alinear a alguno de sus hombres  para buscar algo de creatividad, el de Hondarribia introdujo a Iborra y apostó de nuevo por NZonzi. Eusebio por su parte, dejó fuera al cuestionado Carlos Vela y confió en Agirretxe y le dio la batuta del juego a Asier Illarramendi.

Empezó el encuentro bastante soporífero, equipos sin mucha creación cuyo único planteamiento del juego parecía ser la segunda jugada y el balón parado. La Real era consciente de que debía jugar con cabeza frente a un Sevilla que fue capaz de doblegar a todo un Real Madrid. Los de Nervión no aprovecharon la circunstancia y siguieron buscando únicamente la referencia de Iborra con el juego aéreo.A pesar de que ningún conjunto lograba crear  serias jugadas de peligro, Inmobile tirando de astucia sacaba tajada de algún error defensivo local e incluso le fue anulado un gol por un fuera de juego inexistente. Empezaba a ver el Sevilla que perdonar tanto le podía salir caro. Muy caro.

Con los jugadores en la caseta y un partido de los que no se deberían poner a la hora de la siesta porque incitan a dormir, Emery siguió confiando en NZonzi, única pieza que parecía no encajar en su esquema. El francés no parece desempeñar función alguna en el terreno de juego y Vitolo, jugador que no destaca por su técnica, era el nexo que venía a recibir al interior para intentar generar algo de juego. Algo por no decir absolutamente nada.

Viendo que los sevillistas no podían con una Real que parecía estar más que muerta y que el espíritu, alma o actitud del encuentro contra los merengues, parecía haberse quedado en la capital andaluza, el técnico introdujo a Konoplyanka por un insuficiente Reyes. El ucraniano tuvo algún despunte y regate, pero acabó contagiándose de la actitud pasiva del equipo. Anteriormente, Andreolli tuvo que ser sustituido lesionado por Kolo, y más tarde entraría Gameiro por Inmobile, uno de los pocos que podría salvarse de las críticas de la tarde de ayer.

Los vascos por su parte darían entrada a Bergara y Oirzabal buscando algo de ingenio arriba. Ingenio que ni siquiera les hizo falta, ya que sería el Sevilla el que les elaborara sus jugadas de gol. El polaco Krychowiak sirvió en bandeja dos tantos que se encargarían de realizar Agirretxe (72´) y Prieto(76´). Poco más que comentar de un pobre partido del que tácticamente en el Sevilla hubo dos líneas inconexas, en las que Rami miraba incrédulo cómo tenía que sacar el balón.

En definitiva, una más para sumar a las de Gran Canaria, Eibar o Levante. Equipo desalmado que parece que sin presión no actúa. Seguimos esperando al gran jugador del Stoke, ya que los que apenas le hemos visto no sabemos aún si crea, destruye, organiza o simplemente se limita a dar pases sin profundidad alguna. En cuanto al polaco, cabe decir que si hay algún jugador que merezca perdón por alguna mala actuación es él y no hará falta reprocharle nada para que en el próximo partido se deje la piel, como suele hacer. La buena noticia, que en Mestalla se cuecen las mismas impresiones que en Nervión y será este el próximo rival. Suerte para los de Eusebio porque la necesitarán, les costará encontrar un rival con tanta desgana como el Sevilla FC.