El centrocampista valenciano Vicente Iborra valoró el trabajo y el esfuerzo de sus compañeros a lo largo de la temporada en la radio oficial del club.

Pese a tener todo en contra esta temporada, ha sido, sin duda, su mejor año con el club hispalense, siendo uno de los favoritos de Unai, del que comentó que: "Me parece el mejor de los fichajes. Desde que llegó lo que se ha conseguido es espectacular. No se le puede pedir más, tiene un grupo de trabajo formado, con la plantilla, el cuerpo técnico, medico, somos un grupo fuerte… Por lo que es el fútbol habrá salidas y llegadas, pero lo que importa es que la gente que venga entienda lo que significa este club, con la unión de todos".

Dejando a un lado la figura del entrenador, hizo una pequeña reflexión sobre la temporada pasada: "Ha sido una temporada difícil, hasta el final nos hemos jugado prácticamente todo, pero yo me quedo con el camino que hemos recorrido y por como lo hemos recorrido. En Liga era una ilusión llegar a Champions, pero nuestra meta era Europa League y con humildad hemos sido dignos de ser campeones y de entrar en Europa".

"Cuando vives algo así te das cuenta de que al final otras cosas, como el dinero, no sirven de nada, porque tener el placer y el orgullo de jugar en un club como el Sevilla es impagable y te das cuenta de que por mucho dinero que tengas si no vives esa cosas no es lo mismo… lo hemos soñado y lo hemos conseguido. Lo importante y lo que tenemos que saber manejar es mantener esa unión que nos ha hecho tan fuertes y que en los momentos complicados nos ha hecho salir adelante", prosiguió.

Y, sobre el ambiente que se respira en el vestuario, dejó claro que: ''En estos niveles hay muchos egos, pero en este vestuario lo que ha primado es el grupo, el Sevilla, el objetivo de un club. Creo que hemos defendido al club con total profesionalidad y compromiso y partir de ahí si se una la calidad que tiene cada uno de los jugadores de esta plantilla, el éxito es mucho más fácil".

Para finalizar, ya en un tono más desenfadado, habló sobre sus (merecidas) vacaciones: "Me cuesta desconectar, aunque quiera mi hijo no me deja, porque se levanta todas las mañanas cantando el himno. Me mantengo conectado, sobre todo por la temporada ilusionante que tenemos a la vista, jugando la máxima competición a nivel de clubes que existe en Europa. Creo que si mantenemos la humildad y la unión lo mejor está por llegar".